Los gemelos golpean dos veces

Los hermanos Juan y Jesús Barbeito han debutado en una misma temporada con la primera plantilla del Pontevedra ▶ Un centímetro de estatura y cinco minutos de vida diferencian a los mellizos granates, que se estrenaron ante los grandes filiales madrileños

Los gemelos Jesús (izquierda) y Juan (derecha) Barbeito. OLGA FERNÁNDEZ
photo_camera Los gemelos Jesús (izquierda) y Juan (derecha) Barbeito. OLGA FERNÁNDEZ

El abuelo de Jesús y Juan Barbeito les relató historias de Martín Esperanza, posiblemente el mejor jugador de la historia del Pontevedra, que hoy regenta un hotel en la Playa de Caneliñas, no muy lejos del hogar de este par de emergentes futbolistas. Los mellizos de Arra (Portonovo) son la última gran aportación de una tierra que siempre ha alimentado al Pontevedra de talento: no muy lejos de allí se acunaron Norat, Fran Rico, Piscis, Nel o la saga de los Deza.

Ninguno de ellos puede presumir de haber compartido vestuario en el primer equipo granate con su hermano, y menos en una misma campaña.

Jesús Barbeito: "Crecí en el Pontevedra. Llevo media vida en el club. Mi sueño es poder jugar en Pasarón"

Juan es cinco minutos mayor que Jesús. Quizás por eso también es un centímetro y medio más alto, aunque, como denuncia Jesús, "cuando se peina con el tupé me saca cinco centímetros". Quién sabe si esa ínfima diferencia de edad y estatura es la que llevó a Juan a debutar primero en el Pontevedra, contra el Atlético de Madrid B, en el partido de la despedida de Luisito como técnico del Pontevedra, el 17 de diciembre.

"El sábado anterior, a las nueve de la mañana, estaba en la cama y me llamó Luisito para decirme que tenía que ir a entrenar. En el entrenamiento me dijo que iba a ser titular, que estuviese tranquilo, que mis rutinas fuesen las de siempre, que no cambiase ningún hábito. Sinceramente, fue uno de los partidos en los que menos nervioso estuve", recuerda, agradecido con el ánimo recibido por parte de la grada aquel día.

Los gemelos Jesús (izquierda) y Juan (derecha) Barbeito. OLGA FERNÁNDEZ2

Luismi, que los conoce bien, ya que los dirigió en juveniles, les augura un gran futuro. Fue él el responsable del debut de Jesús el pasado fin de semana contra el Castilla. "Antes de saltar al campo, me dijo: Juega como sabes, como cuando estás con los juveniles. Sé agresivo y disfruta. Me sentí cómodo. Me gustó debutar en un campo tan bonito. La lástima fue no traernos los puntos".

PASIÓN. La pasión de ambos por el fútbol nació el mismo día que vieron la luz. "Cuando estaba en la cuna siempre le pedía un balón a mi madre", relata Juan, que desde los tres años daba patadas al cuero junto a su hermano en el jardín de su casa, mientras le racaneaban minutos a su progenitora antes de acudir a almorzar.

Juan Barbeito: "El partido de mi debut fue uno de los que menos nervioso estuve. Con humildad, ilusión y esfuerzo, todo puede llegar"

 

A los cinco comenzaron en el Portonovo. "Siempre hemos jugado juntos, en todos los equipos", explica Jesús... Hasta llegar a infantiles, momento en el que ficharon por el Pontevedra. En categoría cadete, el entrenador Sergio Moreira vio a Jesús en acción, persiguiendo a un rival en un entrenamiento, mordiendo hasta comérselo, y acuñó un apodo perfecto para él: Eres como una piraña, le dijo. "Es de esos que dices ¡Qué pesado!, ¡Que se vaya de aquí!", apostilla su hermano Juan, de quien Jesús opina que es un lateral "al que no se le va ni Dios".

Ambos aspiran a seguir creciendo y a formar parte del primer equipo del Pontevedra. Saben que no será fácil, pero tienen lo más importante para conseguirlo. "Con humildad, ilusión y esfuerzo, todo puede llegar", anuncia Juan ante su hermano, que recuerda que "crecí en el Pontevedra, llevo media vida en el club. Mi sueño es poder jugar en Pasarón".

"No sé cómo va a hacer mi madre cuando nos tengamos que separar"

El padre de los Barbeito iba camino de la portería cuando su abuelo lo detuvo. "No se lo permitió. Decía que el portero siempre tiene la culpa. Mi padre le respondió: si no es de portero, no juego al fútbol". Y no lo hizo. Los que sí jugaron fueron dos tíos: uno de ellos militó en el Portonovo; el otro falleció con 23 años.

Sus padres son ahora sus primeros fans: los acompañan a donde sea. "Nuestra madre está habituada a vernos juntos. No sé cómo va a hacer cuando nos tengamos que separar", dice Juan.

Ambos se han hartado de oír comparaciones con los Derrick (personajes de la serie de dibujos Oliver y Benji) o los De Boer, tan difíciles de diferenciar como ellos mismos, que reconocen su incapacidad para saber quién era quién en sus fotos de infancia.

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