José Aurelio Gay cierra su segundo ciclo granate

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Todos los indicios conducían al presente. No había engaño, ni despiste en las palabras vertidas por José Aurelio Gay en los días previos al anuncio de su veredicto. Se va, para poder estar con su familia y porque además podrá seguir entrenando.

La conjunción de ambos factores inhabilita la jugosa oferta que le otorgaba poder máximo en el área deportiva del Pontevedra durante los tres ejercicios venideros. Ayer explicó que ha dado prioridad a sus hijos y a su mujer, y que ese factor ha derribado toda la ilusión que le provocaba una propuesta nunca antes contemplada por él.

“Me ilusioné mucho en su momento, pero después de reflexionar y pensarlo durante bastantes días, me di cuenta de que es bastante difícil, sobre todo por el tema familiar y también por tener otros clubes interesados en mí”. “Valoro mucho el hecho de estar mucho más cerca de casa y el tema personal. Hay cuatro aspectos fundamentales para mí: el deportivo, el profesional, el económico y el familiar. En mi caso, el familiar pesa mucho, es el que ha desequilibrado el hecho de no renovar por el Pontevedra”, insistió el ya ex preparador del conjunto lerezano.

Gay, que allá donde va siempre ha sido vestido como persona sensata y cabal, no ignora una realidad, que obligar a su familia a desplazarse a Pontevedra “sería muy egoísta por mi parte. Ya lo intenté en su día cuando ascendimos y no salió bien. A los seis meses nos tuvimos que marchar. Y no puedo sacrificar a mis hijos, ni sus amistades, ni su entorno, ni el trabajo de mi mujer por mi ego personal. No es justo”.

El entrenador madrileño llegó a una decisión al final de su meditación. En los últimos dos o tres (para ser exactos). Quizás me he tomado mucho tiempo. Pero lo necesitaba. Hasta ayer o antes de ayer no lo tenía claro, porque tenía sensaciones encontradas: por una parte, pretendía construir un equipo y por otro lado me decía ‘es que no puede ser, no tengo tiempo para ver a la familia’”.

Ni siquiera el dinero fue causa. Así lo aclaró Fran Crujeiras. “El tema económico no ha pesado en la negociación. Estábamos dispuestos a apretarnos el cinturón se hiciese falta para que siguiese. Pero Aurelio denegó esa posibilidad”.

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