Trabaja con los pies en la tierra y con suma discreción, algo difícil de conseguir dada la situación que atraviesa el Teucro, tanto a nivel deportivo como institucional. Pero Javier Barrios no busca excusas, habla claro y asegura que confía en las posibilidades de reacción de su equipo, del que destaca, por encima de todo, su dignidad en el trabajo diario. A punto de retomar la competición, el técnico azul echa la vista atrás para analizar los que ha pasado en los últimos meses y también habla del futuro, pero solo a corto plazo.
El próximo sábado vuelven a la competición, ¿ qué balance hace de la primera vuelta de la liga?
En cierto modo, aunque ha habido muchas circunstancias negativas, el balance era previsible. Yo pienso que a mitad de curso no se puede poner nota todavía. Lógicamente, nos gustaría estar en mejores condiciones en la clasificación, pero las circunstancias han sido determinantes.
La directiva envió un mensaje de que la permanencia era muy impor tante para la viabilidad del club.
Nos estamos meneando en temas de mínimos para establecer unas posibilidades y objetivos reales para mantenernos y la gente se tiene que dar cuenta de que necesitamos su apoyo, y ya no voy a decir el económico, porque es el que es y las circunstancias son las que son. Hay que aguantar como sea para garantizar la continuidad del club en el aspecto deportivo. Es más grave desaparecer por aspectos económicos que tener problemas para mantener la categoría por aspectos deportivos. Ese es el discurso que hay que mantener, cualquier otra circunstancia de si uno es mejor y otro peor, Miguel Marinho, Mikel Unanue, otras lesiones que ha habido... son circunstancias que son iguales para todos los equipos a lo largo de la competición y al final de la liga eso nos va a igualar a todos.
¿Ese riesgo de desaparición cree que ha afectado a la concentración de la plantilla en algunos momen tos de la competición?
No soy psicólogo, yo soy entrenador, y aquí la gente está trabajando. El que quiera ver realmente el trabajo que hacen los jugadores y que hacemos entre todos puede pasar por el pabellón. Como en todos los trabajos hay días buenos y malos, pero la constancia, la tenacidad y la dignidad con la que lo están haciendo yo creo que es encomiable.
(Entrevista completa en nuestra edición impresa del 15 de enero).
