"La sensación que nos llevamos es la de haber perdido dos puntos"

El entrenador del conjunto pontevedrés se lamentó por las ocasiones desperdiciadas

Luismi. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Luismi. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El técnico del Pontevedra, Luismi Areda, se mostró contrariado tras el empate del conjunto lerezano en O Vao del que, en parte, echó la culpa a la climatología y a las condiciones en el terreno de juego: "Tuvimos el partido en nuestras manos. Las condiciones del campo y la climatología nos complicaron, pero incluso pudimos sentenciar en algún contragolpe. Al final, una acción a balón parado nos costó la igualada".

El equipo granate podría caer este domingo a puestos de descenso directo, tras el partido disputado frente al Coruxo. Para el entrenador vigués, el punto cosechado ante el rival de esta jornada fue una oportunidad totalmente desperdiciada por parte de su equipo: "La sensación que nos llevamos es de haber perdido dos puntos, porque tuvimos el encuentro controlado y opciones de matarlo. Apenas pasamos apuros", explicó valorando lo vivido en el terreno de juego.

El preparador, eso sí, también quiso ver el vaso medio lleno, a pesar de la sensación de pérdida que se lleva a casa el Pontevedra: "Nos llevamos un punto y eso siempre es positivo. Además, hacía bastante tiempo que no puntuábamos fuera de casa".

"Nos tocó realizar un juego más directo, con múltiples centros laterales, y respondimos bien", explicó Luismi

El cuadro pontevedrés, que se alejó en todo momento durante del encuentro del fútbol combinativo, también supo manejar otros registros, debido a la situación de urgencia a la que se enfrentaba: "Nos tocó realizar un juego más directo, con múltiples centros laterales, y respondimos bien", explicó Luismi. Además, según consideró el técnico, "competimos, fuimos intensos y ganamos muchas segundas jugadas. En campo contrario siempre intentamos sacar el balón por fuera para buscar opciones de remate", dijo.

COMO UNA VICTORIA. El segundo entrenador del Coruxo, Jacobo Montes, compareció ante los medios de comunicación por la sanción de Rafa Sáez. El técnico ayudante del equipo olívico valoró positivamente el empate ante el Pontevedra: "Por cómo se puso el partido, es un buen resultado. El campo no nos ayudó, pero tuvimos fe y merecimos incluso algo más. El sabor es dulce, eso sí".

El preparador resaltó que su conjunto gozó de opciones para ganar el encuentro: "Silva tuvo tres ocasiones muy claras, Higón otra. La mala situación nos pesó, pero en la segunda parte sí dimos la cara. Ganamos muchos duelos individuales". Los últimos minutos estuvieron llenos de interrupciones: "Se lo comenté al asistente. Si tiene que descontar diez minutos, que los descuente. De otra manera, le estamos haciendo un flaco favor al fútbol. Vamos encaminados a no jugar".

El conjunto vigués durmió con el mismo margen de ventaja sobre el puesto de promoción de permanencia: "El equipo está muy vivo, solo hay que ver al vestuario. Somos una auténtica piña. La igualada nos sabe a victoria y eso repercute en nuestra confianza. Nos quedan nueve finales. El que mejor las compita será el que consiga salir del pozo".

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