Cuando empezó a marchar, siendo todavía una niña, Antía Chamosa no podía imaginar que se iba a convertir en una de las principales referencias del atletismo pontevedrés y gallego. "Llegaba siempre de las últimas. Era malísima!", recuerda entre risas humildes apelando a unos comienzos marcados por la pasión atlética de su padre y por el grupo de entrenamiento liderado por José Antonio Pardal.
Una década después de aquellos comienzos en el deporte, Antía ha superado todas las barreras que habría imaginado y avanza con paso firme hacia un sueño que cada año adquiere mayores tintes de realidad: la participación en unos Juegos Olímpicos.
"Por qué no me voy a ver en unos Juegos? Por lo menos vamos a lucharlo. Mi entrenadora va a hacer lo imposible por que podamos conseguirlo".
De momento, Chamosa ya ha representado a España en el Campeonato de Europa de Gavle, en el que finalizó en la quinta plaza en categoría sub-23. Nada mal para el que fue uno de los primeros 20 kilómetros marcha de su vida.
Ese es el mayor hándicap que ve en su camino hacia Tokio. "No tengo demasiada experiencia. He completado solo cuatro o cinco 20 kms. No es una distancia que conozca tan bien como los cinco o los diez".
Para lograr el complicado objetivo de participar en la cita nipona, debería alcanzar un registro inferior a la hora y 31 minutos y además ser una de las tres atletas seleccionadas por los técnicos de la Federación. Desde el próximo 1 de diciembre y hasta el 29 de junio de 2021, podrá acreditar el registro que le dé un pasaporte que no le obsesiona todavía, al considerar que la dificultad para obtener la plaza es realmente elevada.
Ello no impide que haya realizado una fabulosa temporada, a pesar de las dificultades generadas por la covid-19. "Hicimos mucho gimnasio. Cuando empezamos a salir y entrenar en asfalto, fue una sensación muy extraña. Cuando llegó el Campeonato de España no sabía muy bien cómo me iba a encontrar, porque no había entrenado como otros años. Fue una sorpresa. No me lo esperaba para nada".
Chamosa está en permanente crecimiento. Su campeonato nacional absoluto de diez kilómetros obtenido en septiembre en Madrid lo atestigua, al igual que la mejoría de sus marcas. Ella misma va adquiriendo conciencia de su crecimiento deportivo. "Sobre todo, te das cuenta cuando subes de kilometraje. En 20 kilómetros acabas conociendo mucho mejor tu cuerpo. Ello te hace mejorar no solo en esa distancia, sino también en 5.000 y 10.000".
Su nivel le permite ser la dominadora de la marcha gallega. El pasado fin de semana cerró el atípico año con el título autonómico de invierno en cinco kilómetros marcha, que se llevó a cabo en la pista del Centro Galego de Tecnificación de Pontevedra.
La joven representante de la Gimnástica se hizo con la medalla de oro con un registro de 23.58.98, casi dos minutos menos que el tiempo que invirtió la medallista de plata, Iria Rivas.
Con su quinto título en la distancia, Chamosa iguala en el palmarés del campeonato tanto a Eva Iglesias como a Jorge Ignacio Silva, que ostentaban el récord de oros en la disciplina.
En una casa en la que se respira a marcha, ya que su hermano Daniel es también un campeón al que solo una sanción le privó el pasado domingo de subir a lo más alto del podio, no hay retos que parezcan imposibles.
A las órdenes de Montse Pastor, misma técnica de Jesús Ángel García Bragado, el atleta con más participaciones en unos mundiales y en unos Juegos, Antía encuentra un espejo en el que reflejarse para no abandonar su empeño, para no claudicar en su camino hacia el sueño olímpico.
