Cinco duelos contra equipos que pelean por la permanencia y dos contra escuadras que luchan por el ascenso: esos son los siete partidos que separan al Cisne Colegio Los Sauces de la permanencia en División de Honor Plata.
El equipo dirigido por Jabato se ha visto abocado a un final de infarto en la batalla por la salvación más igualada que se recuerda. Y es que tres puntos separan al séptimo clasificado, el propio bloque pontevedrés, y al Agustinos de Alicante, décimo cuarto y primero de los tres clubes que están en las plazas de descenso a Primera Nacional.
Hasta ocho escuadras están implicadas en la pelea por eludir la caída al pozo. Además de pontevedreses y alicantinos, también se encuentran en la lucha el Antequera, el Amenabar, el Sant Martì Adrianenç, el Palma del Río, el Villa de Aranda y el Bordils, aunque este último tiene un partido menos, el que debe disputar contra el Puerto Sagunto, correspondiente a la décima cuarta jornada de la competición.
El bloque cisneísta visitará al Santoña este sábado con la necesidad de puntuar para evitar que el cuadro cántabro, penúltimo y en una situación más que complicada para salvar la categoría, se una a la terna de potenciales adversarios por la salvación.
Después recibirá en el CGTD al Antequera, uno de los cuatro rivales directos a los que se medirá de forma consecutiva. El Villa de Aranda, el Palma del Río y el Bordils serán los siguientes contrincantes del conjunto blanco y azul, antes de las dos citas definitivas, ante el Zamora y el líder destacado y presumible campeón, el Nava.
Entre todos los equipos que aspiran a sellar la conservación de la categoría, el calendario aparentemente más exigente es el del Amenabar, que afrontará cinco encuentros contra equipos situados entre los seis primeros clasificados.
La gran cantidad de implicados en la lucha y los caprichos del calendario han provocado que más de la mitad de los enfrentamientos sean directos, lo que dibuja un final de curso absolutamente incierto.
