El tiempo para crecer como equipo está muy bien. Y el Teucro lo sigue necesitando. Pero el conjunto azul afronta hoy en el Pavillón Municipal su primer derbi del curso liguero (20.30 horas) sabedor de que la mejor vía para conseguir paciencia se llama ganar. Y quiere aprender a hacerlo ya, aunque sea contra un Acanor Valinox Novás que llega al Municipal como líder del Grupo A de la División de Honor Plata masculina.
De este modo, dos de las referencias de la provincia más "balonmanera" de España miden hoy su poder en un duelo desigual, en el que cada año el conjunto de O Rosal parece seguir ampliando las diferencias con el que otrora fue el mejor de todo el balonmano gallego. Y es que si el curso pasado la visita al Municipal del cuadro que dirigía Quique Domínguez acabó con el Teucro en la enfermería, esta temporada ambos contendientes llegan al choque a más cuerpos de distancia. Mientras el proyecto rosaleiro se sigue afianzando con miras a Asobal, el cuadro de la Boa Vila ha iniciado una reconstrucción a largo plazo con el único objetivo de subsistir ahora para que el futuro sea mejor.
Sin embargo, en el deporte dos más dos nunca son cuatro. Y aunque este Teucro, aparentemente, es más débil que su versión del curso pasado, la plantilla azul está amagando con contradecir la teoría. Y es que el equipo que dirige Irene Vilaboa llega al derbi después de haber dado el "do de pecho" en sus dos salidas y amarrar dos puntos. Que pudieron ser más. Y que pudieron ser menos. Por eso el Teucro se conforma con el botín y, sabedor de que aún tiene un partido pendiente, afronta el choque contra el Novás con cierto optimismo.
Para vencer al conjunto entrenado por Álvaro Senovilla el Teucro deberá no repetir los errores de los últimos duelos. Siendo la imprecisión un elemento inherente al juego dinámico que trata de imponer, el bloque lerezano deberá minimizar estos errores no forzados ante un equipo experto que penaliza cada imprudencia. Precisamente eso fue lo que le condenó en su debut liguero, ante un San Pablo Burgos que se coloca, cuatro partidos después, como una de las alternativas al dominio del equipo de O Rosal.
Pese a las cifras, el Novás no es invencible. El Ibiza le igualó en el primer partido de la competición y posteriormente, sufrió para imponerse al Barça B (26-22) y sobre todo al Lalín (30-29). Mientras, su otra visita la saldó con una paliza al Alicante (18-30), al que le está costando competir en la categoría.
El último choque a domicilio de su rival es mal precedente para un Teucro que quiere seguir con la piel de cordero, pero demostrar que también puede ser lobo. Solo así, puntuando, hará buenos los empates ante Sarriá y Bordils que tanto sudor costaron. Empezar a ganar ya comienza a ser urgente.