Casados con el deporte

Lino Vázquez, Santi Ferrer y Rafa Sáez, tres personalidades de Pontevedra que han impulsado de clubes de base de referencia y acumulan más de tres décadas formando ►"Es un sacrificio grande, pero merece la pena", resumen unos técnicos aún con cuerda para rato
Lino Vázquez (izquierda), Santi Ferrer (centro) y Rafa Sáez charlan en las escaleras de la Praza de Ourense durante la tarde de este lunes (se quitaron la mascarilla solo para la foto). JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Lino Vázquez (izquierda), Santi Ferrer (centro) y Rafa Sáez charlan en las escaleras de la Praza de Ourense durante la tarde de este lunes (se quitaron la mascarilla solo para la foto). JAVIER CERVERA-MERCADILLO
Hay gente que nace con un balón o una jabalina debajo del brazo, pero no lo descubren hasta que toman consciencia de su propio ser. Eso fue lo que les ocurrió a Santi Ferrer (Poio, 1957), Lino Vázquez (Pontevedra, 1961) y Rafa Sáez (Pontevedra, 1962), tres de las personalidades contemporáneas vinculadas al deporte pontevedrés que han hecho nacer, crecer y reproducirse al potente tejido deportivo de base de la Boa Vila, a través de la creación y el cuidado de clubes que hoy, décadas después, siguen siendo una referencia en una ciudad que acumula un fuerte tejido deportivo, con unas 80 entidades y cerca de 10.000 licencias.

Vinculados al deporte desde niños, cuando Lino, Rafa y Santi empezaron en la Pontevedra de los 60 y 70 a explorar el mundo de la actividad física, jamás hubiesen pensado que aquellos primeros pasos como niños acabarían en una vida marcada por alguna disciplina deportiva. "El fútbol nos viene de ambiente familiar. En aquel momento, no había muchos equipos federados y las experiencias eran en el barrio, en la calle o en el ámbito escolar. Tampoco necesitábamos mucho más", recuerda Rafa Sáez, cuya primera licencia fue tramitada por la Sociedad Cultural y Deportiva Mourente, cuando él tenía 13 años. Luego fichó por el Salgueiriños, antes de que a los 15, el Arosa pusiese encima de la mesa 85.000 pesetas para llevárselo a su juvenil.

En aquel Rafa que se asentó en el primer equipo arosista con 17 años todavía no había surgido ese afán por entrenar, que floreció años más tarde, cuando lo de enseñar a jóvenes ya era una actividad consolidada en su agenda. "Empecé siendo entrenador por las circunstancias. Mi relación del fútbol base por una razón social: a los 18 años, un grupo de amigos creamos la Asociación Cultural y Deportiva A Seca para encauzar y dinamizar a la juventud del barrio en una época de aperturismo, pero muchos problemas juveniles", recuerda Sáez, cuyo interés en el juego fue creciendo y comenzó los cursos de entrenador a los 23, paralelamente a su carrera como futbolista cuyo expediente. Dos décadas después de aquella inscripción de la ACD A Seca y ya retirado del fútbol, Rafa apostó por la la creación de la Escuela de Fútbol Portero 2000, cuya regencia –apoyado por otras personas– todavía sustenta y compatibiliza en la actualidad con su puesto de primer técnico del Arosa SC.

Lino Vázquez
"Sacrificas tu tiempo, pero se ve recompensado con otra cosa. Merece la pena, si no no estaríamos ahí"

Tampoco surgió de manera espontánea un afán de entrenador en Lino. Vázquez compatibilizó en su juventud el tenis y el balonmano. El baloncesto estuvo apartado de su vida hasta que en su camino se cruzó la persona con la que ha compartido vida y pasión: Maite Méndez. Estudiando Magisterio, a Vázquez le surgió la oportunidad de vincularse al Mercantil. "Empecé como delegado y utillero", recuerda Lino. Luego la propia Maite Méndez y Milagros Sanmartín Sam, jugadoras de aquel equipo, fundaron el Club Baloncesto Arxil. Y él arrancó su carrera como entrenador, con el impás de los dos años que estuvo en Canarias sacándose la oposición de profesor.

También Santi Ferrer, el mayor de todos, empezó su práctica deportiva en una disciplina que finalmente no sería la suya. Tras jugar al fútbol y al voley, con 15 años se federó por primera vez en atletismo con la Sociedad Gimnástica. "Desde o principio estiven moi a gusto, lonxe dalgunhas inxustizas dos deportes de equipo. Traballaba para min e empecei a destacar", reconoce Santi, que tuvo un amor a primera vista con el atletismo. Ferrer llegó a ser primero a nivel nacional en Decatlón y se fue a Madrid, donde tras el servicio militar tuvo la duda de si quedarse o regresar. Le ofrecían un puesto como profesor de Educación Física, pero finalmente acabó siendo docente vinculado con la Electrónica en Pontevedra. Las dos vías tenían la docencia como rama común y un atletismo que nunca abandonó y que ha desarollado precisamente desde esa perspectiva de profesor que siempre ha tenido.

Santi Ferrer
"Grazas ao deporte non pasei fame. Prometinme que nunca lle fallaría a un deportista e o seu éxito é un alegrón tremendo para min"

Así, en 1979, Francisco Millán Moreira le ofreció fundar la escuela de atletismo del club, que dirigió durante once años. Desde entonces, no ha dejado de entrenar en la disciplina del atletismo a jóvenes y no tan jóvenes. Pero además, ha sido preparador físico del Froiz, el Ribadumia, el Choco, el Leis, opositores... "Descubres sobre a marcha ese entusiasmo que che dá traballar niso", matiza.

Así surgió la vinculación con el deporte para Rafa, Lino y Santi, que acumulan más de tres décadas formando a jóvenes pontevedreses y pontevedresas. Todo a base de mucho "sacrificio". "Terás que preguntarlle aos deportistas se é así, pero eu creo que me implico demasiado. Hipotequei moitas cousas da miña vida (polo deporte). Para min non o é todo, pero forma parte da miña vida, das miñas raíces. Grazas ao deporte non pasei fame. Eu prometinme que nunca lle fallaría a un deportista. Para min, que alguén que adestro consiga os seus obxectivos é un alegrón tremendo. Porque sinto que o 50% é meu", recalca Ferrer.

Mientras, para Lino, el hecho de haber dedicado su vida al deporte ha supuesto "no estar" en muchas circunstancias para la familia y los amigos. "Sacrificas tu tiempo, pero se ve recompensado con otra cosa. Merece la pena, claro. Si no, no estaríamos ahí", destaca Vázquez.


Los protagonistas
Santi FerrerSanti Ferrer
Comenzó en el atletismo con 15 años y a los 18 fue el mejor de España en decatlón.

Fue el impulsor de la escuela de la Gimnástica.

A los 50 se especializó en Educación Física para ampliar su formación.

Lino VázquezLino Vázquez
Practicó balonmano en el Teucro y el Cisne. También tenis. Se vinculó al baloncesto durante las prácticas de Magisterio y ya no lo abandonó.

Entrenador de base del Arxil durante más de 35 años.

Es profesor.

Rafa SáezRafa Sáez
Creó A Seca a los 18 años y en el 1999 el Portero 2000.

Entre medias fue futbolista. a mediados de los 90 arrancó su carrera profesional de entrenador, que le llevó a la selección gallega, al Pontevedra CF o al Celta (juvenil, filial y primer equipo).

VALORES. Por su parte, Rafa Sáez considera que apostando por el deporte de base está permitiendo que "los chavales puedan recibir un derecho del que seguramente la administración debería ser la encargada de gestionar el acceso". "Tenemos una voluntad enorme por hacer un buen trabajo y creemos que el deporte es una escuela de valores, un vehículo de formación integral del individuo. Algo que en otras actividades no se da", apunta el vicepresidente y fundador del Portero 2000.

En la misma línea se manifiesta Ferrer. El técnico de la Gimnástica apunta a que hay "hábitos de vida" como "a capacidade de sufrimento, a disciplina, as rutinas e o compromiso" que "noutros deportes ou na rúa" no se consiguen. "Teño claro que un atleta é unha persona moi diferente en canto a valores. Cando sembras a finca, chega unha tempestade e arrasa con todo, volves plantar", metaforiza el técnico de la Gimnástica acerca de la resiliencia. "Na vida hai moitos percances e tes que saír cara arriba. Os hábitos adquiridos no deporte axudan a iso", añade.

Rafa Sáez
"Creemos que el deporte es un vehículo de formación integral del individuo, una escuela de valores"

Lino Vázquez apunta que en el caso del Arxil, el deporte sirve sobre todo como un elemento para "colaborar en la formación". "Somos un poco familia. Estamos para lo bonito y para lo feo. Damos consejos y escuchamos. Tenemos una responsabilidad. Somos entrenadores en la pista y un poco padres fuera. Si hay un problema, ahí estamos. Colaboramos con los padres en lo que podemos", apunta.

CÓMO HEMOS CAMBIADO. Desde aquel número uno del HQR!Básico hasta este 700 han pasado más de 20 años. Dos décadas en la que la sociedad ha evolucionado a pasos agigantados. Lino Vázquez, Rafa Sáez y Santi Ferrer analizan la diferencia entre entrenar a jóvenes a principios de los 2000 y hacerlo ahora, recién iniciada la década de los nuevos 20. "Se eu teño que adestrar como adestraba hai 20 anos, non me queda ningún", sentencia directamente Ferrer. El técnico de atletismo apunta que han tenido que ser los entrenadores los que se adaptasen a los jóvenes de ahora. "Nós pelexábamos por subirnos ao autobús para acudir a un campionato. E agora case tes que pedirlles por favor que veñan. Creo que a mocidade está moi afeita a ter unha vida na que lle dan todo feito. Non teñen que loitar por nada. Nós tratamos de inculcar todo o contrario", apunta.

De un modo muy parecido se expresa Lino Vázquez: "Antes las niñas no tenían tanto foco de diversión. Muchas jugadoras que hemos tenido no iban de excursión de fin de curso porque tenían un campeonato. Ahora, la mayoría no vienen porque tienen otros intereses. Incluso una comida familiar".

Para Sáez, sí es cierto que el fútbol "se ha quedado sin espacios" urbanos, pero el preparador quiere destacar los "privilegios" con los que cuentan hoy en día los formadores para sacar adelante las actividades. "Hoy el fútbol base es un deporte sólido gracias a los padres y a las administraciones, que presionan pero también subvencionan. Y aunque necesitemos más instalaciones, hay muchas. Hace décadas, todo eran dificultades. Y el deporte creció gracias a mecenas que hicieron un trabajo altruista, sin medios económicos y humanos. Ellos son los verdaderos héroes y por eso el resto estamos aquí". Un reconocimiento al pasado de gente que está cimentando el futuro a base de su matrimonio diario con el deporte. Les queda cuerda para rato. Probablemente, hasta que la muerte los separe.


Tejido. Tres clubes, más de 600 jóvenes

La Sociedad Gimnástica, el Club Baloncesto Arxil y la Escuela de Fútbol Portero 2000 son, sin duda, tres de los grandes referentes de la formación deportiva en Pontevedra con respecto al atletismo, el baloncesto y el fútbol. Todos ellos superan –o superaban antes de la pandemia– las 200 licencias. Es decir, solo entre los tres, ayudan a fomentar hábitos deportivos a cerca de 700 jóvenes de la ciudad y alrededores.

Sociedad Gimnástica
"Nas Escolas temos a uns 200 rapaces e rapazas de entre seis e 14 anos", apunta Santi Ferrer. A partir de esa edad, y según su evolución, los jóvenes deportistas avanzan en los diferentes ciclos formativos de la Gimnástica hasta alcanzar la etapa sénior.

El preparador apunta a un mal ante el que hay que hacer un diagnóstico: "As escolas deportivas de toda Galicia están cheas de rapaces. Os pais levan aos cativos a xogar a atletismo dun xeito regulado. Non damos feito. Pero iso cambia a partires dos 17, 18 anos cambia. Algo falla. Descubren outras cousas e abandonan o deporte".

EF Portero 2000
El club nació en 1999 bajo la forma de una entidad deportiva para desarrollar campus de tecnificación y entrenamientos específicos para los porteros del resto de equipos. Además, el club comenzó con dos equipos pero en pocos años creció muchísimo. Tanto que actualmente tiene 250 niños de entre cuatro y 13 años repartidos en diez equipos.

"Nos han pedido mucho que ampliemos categorías, pero tenemos claro que apostamos por la iniciación. No buscamos la profesionalización", apunta Sáez.

Rafa también creó A Seca como asociación cultural y deportiva. Hoy solo queda vivo el equipo de fútbol, que llegó a estar en División de Honor Juvenil y cuenta con una nutrida base.

Club Baloncesto Arxil
La entidad nació con el objetivo de "pelear para que hubiese deporte femenino en la ciudad". Más de 35 años después, el Arxil es una referencia en el baloncesto autonómico gracias a sus 18 equipos, 16 de ellos de base. "El ADN del club es el deporte femenino. Era un campo que había que explotar", recalca Lino Vázquez.

Más en Deporte Local Pontevedra
Comentarios