Llegó la hora del 'cazagoles'

Javi Pazos con su escopeta de caza, ayer en Pasarón (Foto: Alba Sotelo)
photo_camera Javi Pazos con su escopeta de caza, ayer en Pasarón (Foto: Alba Sotelo)

PONTEVEDRA. Javi Pazos ha tomado por costumbre aparecer en la escena de Pasarón en la segunda parte de sus temporadas. El joven marinense empezó a entrenar con la plantilla de Segunda División B cuando era juvenil de segundo año, hace dos campañas, en el fatídico campeonato del descenso. Volvió a obtener protagonismo en la pasada Liga, cuando la plantilla se vio bajo mínimos en la zona avanzada del campo. Este año ha vuelto a aparecer cuando el deber lo ha reclamado.

Esperó su momento y no ha dispuesto de muchos minutos. Pero siempre que salta al césped, algo se mueve en el ambiente, el peligro se huele en el terreno de castigo rival. Contra el Celta B materializó su segundo gol del curso y logró la igualada del derbi, en el descuento del partido, en el último minuto, la última jugada, sobre la bocina. El balón se movía como una liebre atolondrada dentro del área y allí Javi lo cazó con su tacón y lo mandó al fondo de la red. Algo fácil de comprender en un cazador como él, con tres años de experiencia con la escopeta y más de diez años saliendo al monte para aprender de su iniciador en la materia, su padre.

"Me viene de familia", señala el chaval. "Mi abuelo cazaba de pequeño. Tengo dos tíos que son mayores que mi padre a los que nunca les gustó. Sin embargo a él se le metió el vicio desde que era niño. A partir de eso, me lo contagió y empecé a acompañarlo al coto con siete u ocho años", explicó el muchacho.

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