Luisito multiplica la producción de situaciones de remate del Pontevedra CF

Desde la llegada del técnico de Teo, el Pontevedra se ha convertido en un equipo más combinativo y ha incrementado sus chuts en un 50%  Los goles esperados se han multiplicado por dos y las concedidos, dividido a la mitad
Luisito, entrenador del Pontevedra CF. GONZALO GARCÍA
photo_camera Luisito, entrenador del Pontevedra CF. GONZALO GARCÍA

Cuatro puntos de nueve posibles que condenan al Pontevedra a un sufridísimo final para conseguir meterse entre los seis primeros de su subgrupo. Ese es el bagaje neto del equipo pontevedrés desde la llegada de Luisito al banquillo de Pasarón. Sin embargo, más allá de los resultados, el conjunto pontevedrés ha ejecutado una reacción futbolística a partir del cambio de entrenador tangible a través de las sensaciones, pero también de sus estadísticas. Y es que más allá de que el conjunto granate ha dejado atrás el mal nivel de juego y la nula capacidad de reacción que el equipo tuvo en algunos partidos desde diciembre, Luisito ha logrado que sus pupilos hayan aumentado la producción en ataque y minimizado la claridad de las ocasiones concedidas.

El Pontevedra ha sufrido, en estos tres partidos, una evidente falta de puntería. El bloque de la Boa Vila genera, pero no concreta. Y más allá de los datos de los delanteros, ofrecidos por este periódico en su edición de este domingo, la falta de gol está siendo un mal endémico de toda la plantilla. El PCF ha creado, como promedio, ocasiones por valor de 2,06 goles esperados (xG) en los últimos tres partidos. Es decir, el once granate genera un volumen de ocasiones que, según Wyscout, deberían acabar en dos goles transformados por choque. Sin embargo, el equipo falla en la definición (los goles esperados miden la claridad de la situación, pero no el remate). Y es que tan solo suma uno por encuentro. Y eso gracias a que en Salamanca marcó tres, ya que contra el Guijuelo y el Compostela fue incapaz de batir al meta rival.

Mientras, durante las 12 jornadas en las que Jesús Ramos fue entrenador, el Pontevedra creó situaciones de remate por valor de 1,18 goles esperados. Es decir, la mitad de lo que hasta ahora ha logrado el equipo con Luisito al mando.

Este incremento del doble en el cálculo de goles esperados se explica por una mayor facilidad para crear mejores situaciones de remate, pero también más. Y es que la escuadra lerezana chuta un 50% más que antes. De 10 tiros por partido ha pasado a una media de 15,6. El déficit llega en cuanto a la puntería. Ya que pese a disparar bastante más, le sigue faltando acierto. Tan solo uno de cada tres chuts van entre palos, al igual que sucedía en la etapa de Jesús Ramos (3,1 a puerta de los 10 que promediaba).

Queda claro que el Pontevedra tiene más remate aunque idéntico gol. Pero esta mejora de la producción viene dada por un salto cualitativo en otras facetas del juego. Para empezar, el PCF se ha convertido en un equipo más combinativo. Lo demuestran los 449 pases que intenta por encuentro. De ellos 361 son correctos, una cifra que se acerca a todos los que ejecutaba -con éxito o sin él- en la anterior etapa. Pese a ello, con Jesús Ramos el equipo también era capaz de llegar con relativa solvencia a los últimos 30 metros, ya que el número de pases en el tercio final apenas ha variado (de 63 a casi 70).

Fruto de su paciencia, el bloque pontevedrés construye 15 ataques posicionales (con el rival posicionado en defensa) más que antes. Además, remata más del doble que antes (de 5,6 a 12). Parte de esos remates suceden tras centros al área, una faceta en la que el Pontevedra ya destacaba sobremanera con Jesús Ramos, pero que todavía ha potenciado más con Luisito: de 24 a 31. Además, la mitad de esos envíos llegan con éxito al compañero, algo que ayuda a potenciar también la cifra de toques en el área, que ya era alta (de 15 a 24).

IGUAL, PERO MEJOR. Mientras, en el apartado defensivo, el Pontevedra de Luisito es un equipo relativamente similar al de Jesús Ramos. Aunque con una diferencia muy notable: los goles esperados a raíz de las ocasiones concedidas. De 1,11 a 0,55. Sin embargo, tanto con el entrenador marinense como con el teense, el equipo ha concedido más tantos de los que los equipos rivales han creado (1,17 con Ramos y 0,67 con Luisito).

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