Luismi presenta su currículum

El Pontevedra ocuparía la mitad de la tabla en una hipotética clasificación de la segunda vuelta, cuando llegó Luismi ▶ Mejoró los registros de la primera mitad del campeonato, lo que le valió para asegurarse la permanencia

Luismi animando a sus jugadores. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Luismi animando a sus jugadores. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El Pontevedra de Luismi mejoró los registros de la primera mitad de la liga: fue el undécimo clasificado de la tabla virtual de la segunda vuelta y gracias a ello fue capaz de conservar su puesto en la Segunda B. El equipo granate solucionó el problema que lo tenía amenazado de desahucio.

El preparador llegó en diciembre a Pasarón, justo en el ecuador de la liga, para darle el relevo a Luisito. Desde su aparición, el once pontevedrés consiguió 26 puntos. El bloque granate no llegó a ser regular en ningún momento, pero sí que pudo reaccionar y corregir parte de las deficiencias que lo habían llevado a complicarse la existencia en la primera mitad del curso.

Fuera de casa, el cuadro de la ciudad del Lérez mejoró notablemente sus prestaciones, especialmente en el último tramo del campeonato. Cuando parecía más complicado su calendario, contra cuatro desplazamientos en las últimas seis semanas, fue capaz de rehacerse ofreciendo un rendimiento a domicilio que no se veía desde la primera temporada de Luisito al frente del equipo en Segunda B.

Los guarismos con Luismi al frente mejoraron sensiblemente los que obtuvo el cuadro de la ciudad del Lérez antes de su llegada. Los siete puntos de más obtenidos en el segundo acto del ejercicio por comparación con el primero fueron vitales para la continuidad del Pontevedra en la competición de bronce.

En el aspecto goleador, el bloque de la capital del Lérez estuvo en números semejantes a los de la primera parte del campeonato: logró una diana más a favor (23), aunque mejoró en el aspecto defensivo: redujo cuatro tantos en contra con respecto a los 19 primeras jornadas.

También dejó de desangrarse en los tramos finales de los partidos que tantos puntos le vieron perder en la primera parte de la campaña. No le fueron tan bien los comienzos de los choques, en los que la falta de intensidad, sobre todo a domicilio, le costó cara al once pontevedrés.

Ese elemento no fue suficiente para eliminar de la categoría a la escuadra granate.

Los demás. En líneas generales, la competición mantuvo el patrón de comportamiento habitual de los equipos en la Segunda B: los primeros clasificados bajan su puntuación en la segunda vuelta, mientras que los bloques que pelean por la permanencia consiguen un botín mayor: sirva como ejemplo que el mejor de la segunda vuelta, el campeón, Rayo Majadahonda, logró 33 puntos que en la primera mitad del ejercicio solo le habrían servido para ser cuarto. A la inversa, los datos del segundo peor de ese tramo de la campaña (Segoviana) habrían sido suficientes para meterlo en el décimo cuarto lugar al final de las primeras 19 jornadas. La igualdad fue máxima en la segunda vuelta.

El que más mejoró con respecto a la primera parte de la liga fue el Valladolid B. El que más empeoró, el Fuenlabrada.

Clasificaciones Segunda B Grupo I

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