Lupe Murillo supera el trámite y es reelegida presidenta del Pontevedra

El consejo adoptó la decisión por mayoría, aunque con la abstención de dos miembros
Lupe Murillo junto a los consejeros del Pontevedra en la pasada junta de accionistas. GONZALO GARCÍA
photo_camera Lupe Murillo junto a los consejeros del Pontevedra en la pasada junta de accionistas. GONZALO GARCÍA

Lupe Murillo fue reelegida presidente del Pontevedra Club de Fútbol por el consejo de administración del club granate. En una reunión del consejo celebrada el pasado martes por la noche, la mandataria fue apoyada por siete de los diez consejeros del órgano de gobierno del club granate. La votación contó con las abstenciones de José Luis Uhía, Piscis, y José Luis Tilve, que no pudo asistir y delegó su votó en el propio Piscis.

También debió delegar su voto Ricardo Tilve, que no pudo personarse en la cita. Mientras, José Manuel Fernández, el tercer consejero que representa los intereses de las empresas de los hermanos Abal, junto con Pescamar los principales accionistas de la entidad, no se personó en la reunión ni delegó su voto.

La presidenta del Pontevedra superó el trámite después de que la junta de accionistas aprobase su continuidad como consejera el lunes 5 de abril.

El proceso requería de su renovación como presidenta del consejo de administración por parte de los consejeros (el sistema similar al de elección del presidente del Gobierno: los ciudadanos eligen a los diputados y son ellos los que escogen al presidente).

La dirigente lleva siete años al frente del club, en los que ha vivido un ascenso a Segunda B, una Copa RFEF y un play-off a Segunda División

Lupe Murillo cumplirá el próximo 7 de julio 7 años en la presidencia de la entidad granate. La dirigente llegó al cargo en el verano de 2014, haciéndose con la butaca de la que salía José Manuel Fernández. Fernández presentó su dimisión después de un año en el cargo y después de que se produjese una renovación completa de la composición del consejo de administración y de que Conservas Pescamar se hiciese con el paquete principal de valores en una ampliación de capital que lo convertía en el principal accionista.

La llegada de Murillo al mando del Pontevedra se produjo por cooptación, sistema por el que, durante un mandato, un consejero abandona su butaca y ésta pasa a ser ocupada por otro. Bajo ese esquema, el tiempo que permanece el nuevo consejero en su llegada no es por cinco años, sino por el tiempo restante hasta la conclusión del mandato que inició su antecesor.

El consejo sigue estando formado por siete de los diez consejeros con los que empezó

En las siete temporadas que lleva al frente de la entidad, Lupe Murillo ha tenido un equipo de consejeros estable. Junto a ella permanecen desde el primer momento Ricardo Tilve, Manuel Ruibal, Enrique Mariño, Roberto Feáns, Luis Durán y Juan Abal. Las bajas en el último proceso electoral de consejeros de José Antonio Millán, Alberto Argibay y José Pablo Galván fueron cubiertas por José Luis Tilve, José Luis Uhía y José Manuel Fernández.

En estos siete años, el club ha logrado estabilizar su situación económica. Los mayores logros deportivos durante la etapa de Murillo han sido el ascenso a Segunda División B en su primera campaña completa (2014-15), la disputa del play-off de ascenso a Segunda División (2016-17) y el título de Copa Federación en la 2017-18, en la que el club sufrió para lograr la permanencia.

En este período, Murillo ha tenido a sus órdenes a cinco entrenadores del primer equipo: Manu Fernández, Luisito, Luismi, Carlos Pouso y Jesús Ramos.

Lo mejor, la estabilidad; lo peor, el distanciamiento con la afición
Lupe Murillo inicia su tercer mandato, como presidenta con algunos retos por alcanzar y con la bandera del buen trabajo económico. La entidad ha reducido la deuda por debajo del millón de euros, la ha cancelado con las administraciones públicas y ha cumplido en los pagos, especialmente con sus deportistas y empleados. En ese sentido, Murillo cumple sus dos promesas: mantener la estabilidad del club y que la entidad tenga una deuda inferior al momento de su llegada.

En el debe del club bajo su mandato está el difícil entendimiento con la afición, especialmente con un sector de Fondo Norte. La muy mejorable política de comunicación tampoco ha ayudado a un acercamiento del club a los aficionados

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