Manuel Chaves, Premio HQR! Almansa de 2018

El premiado ha sido la referencia de base en el deporte de la raqueta

Manuel Chaves posa con una raqueta en la redacción de Diario de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Manuel Chaves posa con una raqueta en la redacción de Diario de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Como cada año por estas fechas, la celebración de la Festa HQR! convierte a la ciudad de Pontevedra en la capital del deporte base de Galicia. Multitud de deportistas se dan cita durante varias jornadas para disfrutar y compartir su pasión por cada una de estas modalidades, una pasión que durante más de 30 años ha transmitido Manuel Chaves López a cada uno de los jóvenes que han tenido ocasión de conocerle.

La constancia y el esfuerzo que Manuel Chaves ha demostrado a lo largo de su trayectoria, primero como tenista y, después, como entrenador, le han valido para ser merecedor del Premio HQR! Almansa 2018.

Hijo de un ciclista profesional, con tan solo 16 años Chaves prefirió la raqueta a las dos ruedas, en una época en la que el tenis no tenía tanta popularidad. Con todo, y a pesar de que entonces "ver a chavales jugando con las raquetas era algo que estaba mal visto", Chaves fue enganchándose a un deporte del que no se separaría ni durante el servicio militar. "Empecé a los 16 años y con 21 fui a la mili a África y seguí jugando allí en los ratos libres. Fue algo que siempre me entusiasmó", recuerda.

Manuel Chaves: "Si volviese a nacer volvería a hacer lo mismo. Pese a que tengo edad para dejarlo, no me lo planteo"

A pesar de que en sus inicios fue autodidacta, pronto se formó como entrenador en Madrid y comenzó a transmitir sus conocimientos, contagiando los valores del deporte a multitud de jóvenes, algo que le enorgullece. "Me siento muy satisfecho de todo ese trabajo. Además, podrán ser buenos jugadores o no, pero el hecho de que siempre me traten con respeto y con cariño para mí es lo mejor. Que pasen los años y se acuerden de mí, eso ya es un premio. Me siento halagado", comenta.

ENTRENADOR. Si bien ha sido entrenador de Lourdes Domínguez e incluso de sus hijas Iria, Mariña y Sara, le resulta imposible contabilizar todas las jóvenes promesas que han pasado por sus clases, a las cuales siempre les ha tratado de inculcar la importancia de disfrutar del deporte. "El deporte no es solo el alto rendimiento, considero que el deporte es algo que hay que disfrutar. Hay que pasarlo bien. Yo cuando voy siempre lo disfruto", explica.

"Me siento satisfecho de todo ese trabajo. Que pasen los años y se acuerden de mí, eso ya es un premio", confiesa Chaves

En este sentido, rechaza la idea de que pueda existir un Método Chaves dado que entiende que "no tiene por qué haber un patrón definido, es decir, lo importante es coger las habilidades de cada niño, aprovecharlas y potenciarlas. Si tiene la facultad de jugar de determinada forma hay que dejarlo y ayudarlo".

DISTINTOS ESCENARIOS. Pese a ser vilagarciano de nacimiento, Manuel Chaves lleva vinculado a la ciudad de Pontevedra desde que comenzó a impartir sus primeras clases en el Casino Mercantil, una época que recuerda con especial cariño. "Fue una época en la que lo pasé muy bien. Tenía treinta y pocos años y coincidí con chavales buenísimos", cuenta.

A pesar de que en su juventud no se imaginaba vinculado al tenis de esta forma, asegura tajantemente que "si volviese a nacer volvería a hacer lo mismo. Pese a que tengo edad para dejarlo no me lo planteo. Creo que aunque deje de entrenar seguiré ligado a este deporte, aunque sea de una forma distinta".

Si bien a lo largo de su trayectoria han pasado por sus manos decenas de raquetas, no olvida la primera. "Cuando tenía 16 años mi padre me compró una raqueta de madera. Se llamaba Climax y era pesadísima. Todavía conservo dos o tres raquetas de esas de madera. Son una especie de joya antigua", explica.

"El deporte de base es muy importante a todos los niveles. Al deporte pequeño hay que apoyarlo, darle toda la fuerza posible", reivindica el galardonado

Es tal el amor y la pasión que Chaves le profesa al tenis que confiesa que ha llegado a viajar con una raqueta en la maleta. "Estuve un año en Tenerife. Había ido con un contrato de profesor de autoescuela, pero llevé la raqueta en el avión por si me salía mal. Tras llegar a la final en un torneo me preguntaron si quería dar clases y acabé quedándome un año", asegura.

Esa fe en un deporte que tantas alegrías le ha dado y que ha defendido a lo largo de tantos años le valen ahora a Manuel Chaves para sumar un nuevo premio a los que ya ocupan su vitrina, el HQR! Almansa, un reconocimiento que cada año se otorga a aquellas personas que han contribuido con su trabajo y su esfuerzo constante a fomentar e impulsar el deporte de base.

"El deporte de base es muy importante. Al deporte pequeño hay que apoyarlo, darle toda la fuerza posible", comenta mientras agradece este reconocimiento a más de tres décadas enseñando los entresijos del tenis y siendo el mejor embajador de este deporte dentro y fuera de las fronteras pontevedresas.

Premios HQR! Almansa: los galardonados
A lo largo de sus 17 años de vida, el Premio HQR! Almansa ha homenajeado a diferentes personalidades con un nexo de unión común: una trayectoria marcada por su apuesta por el deporte de base.

Así, el primero en ser merecedor de esta distinción fue Carlos Méndez Ogando, culpable del nacimiento del Salgueiriños. Le seguirían Lino Vázquez, Lete Silva, Nieves Gamallo, Juan Carlos Ruibal, José Carlos Couto, Alfonso Pazos, Emilio Álvarez Lucho, Santiago Picallo, José Antonio Pardal, José Luis Pazos, Francisco Campos, Rafael Gil, Raquel Rodríguez, Daniel Rivera y José Pereira. A esta lista se suma ahora Manuel Chaves, uno de los precursores del tenis en Pontevedra.

 

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