El partido de Logroño es la tercera baliza de la intensa maratón de diez partidos en un mes que afronta el Cisne Dicsa Modular. El equipo blanco se ha convertido a las rutinas de los equipos europeos en un calendario de locos en el que la receta aplicada para combatir la distancia será la juventud.
Los partidos aplazados debido a los efectos de la pandemia, que afectaron de forma directa al propio Dicsa Modular, han llevado a un noviembre y diciembre intensísimos antes del parón de selecciones internacionales.
Los dos arqueros estarán acompañados por los juveniles André y Virulegio o los ya consolidados Preciado y Leiras
El equipo ya se ha medido al Atlético Valladolid y el Bidasoa, y en su línea de duelos de altos vuelos visitará este miércoles al Logroño (19.00 horas, Pabellón de los Deportes de Logroño). El Benidorm, otra vez a domicilio el próximo sábado, el Guadalajara, igualmente fuera, entre semana, y el Sinfin, de nuevo en sábado, dentro de diez días, serán los siguientes compromisos: cuatro viajes para poner a prueba la moral y resistencia del equipo más humilde de la categoría y el que más kilómetros debe realizar. En solo diez días, más de seis mil.
El Nava y el Villa de Aranda, ambos en Pontevedra, serán los siguientes compromisos, antes del viaje a Puente Genil y la llegada del Ademar a Pontevedra el 16 de diciembre antes de las fiestas y el parón.
Pero si hay una virtud de la que presume el Cisne Dicsa Modular es de juventud. Jabato rizará el rizo este miércoles concediendo la defensa de su arco a dos jóvenes que acaban de agotar su etapa juvenil. Pablo González y Anxo serán los encargados de proteger la portería.
Una novedad condicionada por la baja de Jorge Villamarín. El guardameta coruñés padece una lesión muscular y el cuerpo técnico ha optado por darle descanso.
No son los únicos jóvenes protagonistas del Cisne. El equipo también desplazará a André De Moura, que a sus 16 años está realizando un máster avanzado con el equipo blanco, y a Dani Virulegio, pivote también juvenil metido en la dinámica colectiva. A su lado, Álvaro Preciado o José Leiras, por ejemplo, parecen ya veteranos. Se queda en casa Carlos Álvarez y en su lugar accede al equipo Dani López.
Las limitaciones se solventan con sabia nueva, vieja tradición que el club potencia y de la que se muestra orgulloso.