La junta general de accionistas del Pontevedra Club de Fútbol SAD del ejercicio 2014-15 pasará a la historia por la absoluta placidez con la que la presidenta, Lupe Murillo, y su consejo de administración aprobaron los diferentes puntos del orden del día.
La entidad presentó un superávit al final del curso pasado de 77.000 (103.000 euros en la práctica, toda vez que no debe hacer frente al pago del impuesto de sociedades, por el hecho de presentar números negativos), cantidad que fue empleada para reducir los números rojos de la institución. La deuda, que lleva arrastrando en la última década, se contrajo durante el pasado curso en 358.000 euros. De tal manera, el PCF cerró la campaña 2014-15 pendiente del pago de 1,36 millones de euros a sus acreedores.
La respuesta de la mayoría de los accionistas presentes a los datos presentados fue una ovación, producida después de que Murillo leyese su informe de actividad del ejercicio, en el que se incluyó un discurso de gratitud a su equipo de trabajo y al entorno por el apoyo que le ofrecieron desde que se hizo cargo del mando de la institución.
El presupuesto previsto para la campaña que está en curso es de 864.660 euros de ingresos, 797.050 de gastos y un superávit de 67.610, probablemente destinado a proseguir con el proceso de reducción de los números rojos.
El consejo de administración deberá confirmar a Murillo como presidenta tras su cese y reelección como consejera
El consejero del área económica, Enrique Mariño, fue el encargado de desglosar las cifras a los asistentes a la junta y explicó que el club había alcanzado un acuerdo de aplazamiento de la deuda contraída con la Agencia Tributaria. Para poder llegar a él, la sociedad debió acometer un pago inicial de 228.000 euros. Después de que las entidades crediticias rehusasen realizar un préstamo por esa cantidad, fue la empresa Conservas Pescamar la que lo hizo.
El acuerdo entre ambas partes obliga al Pontevedra a pagar lo que le debe a Hacienda en 2018. Los plazos comenzaron a abonarse el pasado diciembre.
El club ha conseguido reducir en cerca de 900.000 euros su deuda a corto plazo, trasladando una gran parte de ella al largo plazo para facilitar la viabilidad y el día a día de la entidad.
La conformidad con la información presentada por el consejo de administración durante la sesión fue tal que los propietarios de títulos representados en la sala no plantearon dudas ni preguntas. Es la primera vez en las últimas décadas, la primera en lo que va de siglo, que los asambleístas no hacen uso de la palabra para intentar saciar sus inquietudes, realizar críticas o hacer cualquier otro comentario ante los presentes al respecto de la actualidad o actividad del Pontevedra.
CESE REELECCIÓN. Uno de los puntos más destacados del orden del día fue el cese y propuesta de la propia Lupe Murillo como consejera. La dirigente accedió a su cargo por cooptación, sustituyendo a José Manuel Fernández. Al agotar el período establecido por los estatutos de la sociedad para formar parte del consejo, debía abandonar sus funciones y volver a someterse a la confianza de los accionistas, hecho que se aprobó. Al cesar puntualmente como consejera antes de ser reelegida, dejó de ser presidenta, de modo que su cargo deberá ser reinstaurado por el consejo de administración en la primera reunión oficial que mantenga el órgano de gobierno de la sociedad desde este momento. Es decir, durante unos días y mientras sus compañeros de mesa no la vuelvan a elegir, el Pontevedra se encuentra formalmente sin presidenta.
El club ha incrementado su presupuesto con respecto a la temporada pasada en unos 60.000 euros
Dadas las circunstancias, la junta se redujo a una sucesión de cifras referentes al estado económico del club, a la evolución del mismo, la presentación de los puntos del orden del día y un dulce final amenizado por un vídeo musical de resumen de la actividad deportiva y social del club durante la campaña pasada.
El acto, que se celebró en el Teatro Principal y comenzó con un leve retraso con respecto al horario previsto (su inicio debía ser a las 20.00 horas y empezó en torno a las 20.20 horas), concluyó antes de una hora después de su inicio, a las 21.15, con la conformidad de los presentes.
En total, 72 accionistas acudieron a la cita, menos del 5 por ciento de los dueños de valores, pero que representan más del 60 por ciento del capital social, de modo que se produjo quorum y se pudo llevar a cabo la sesión.
Otro de los datos significativos de la junta fue la aprobación de todos los puntos con casi ningún voto en contra. Solo una persona se opuso a la reelección durante los próximos cinco años de Murillo como consejera del PCF SAD y únicamente dos se abstuvieron en la votación para la aprobación del balance de cuentas de la pasada temporada.
