Más cerca de competir en la élite

La Asamblea decidirá el sábado si cancela la obligatoriedad de pertenecer a Asobal. Si eso sucede, el Cisne se ahorraría dinero y podría salir, casi seguro, en la máxima categoría
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photo_camera Dani Ramos lanza a portería. DAVID FREIRE

Comienza la semana que debería ser prácticamente definitiva para el futuro del Cisne Colegio Los Sauces a nivel deportivo. Mientras el club acumula llamadas y reuniones en la búsqueda de la necesaria financiación para sostenerse en la máxima categoría del balonmano nacional, este sábado 13 de junio podría darse un paso definitivo para asegurar la presencia del equipo pontevedrés en la élite. Y es que si la Asamblea General Ordinaria de la Federación Española aprueba el punto uno del orden del día, en el que se establece el fin de la obligatoriedad de pertenecer a la Asociación de Clubes Españoles de Balonmano (Asobal), el Cisne dejaría de contar con un impedimento económico importante, que, casi al 100%, le garantizaría poder salir a competir en la élite. 

Tal y como adelantó el blog Derosca especializado en balonmano, dicho punto del orden del día reza: "Supresión de la obligatoriedad de formar parte de Asobal como requisito para participar en la Liga Regular de División de Honor Masculina". Así, en el caso de que esta propuesta salga adelante —como parece probable que suceda—, los equipos que se hayan ganado el derecho deportivo de participar en la máxima categoría (ahora mismo, denominada Liga Sacyr Asobal), ya no tendrían que inscribirse en la Asociación de Clubes, lo que le supondría ahorrarse, como mínimo, el pago del canon de entrada

Pese a que este canon ejerce como aval de derechos de participación y es devuelto prácticamente en su totalidad en el momento en el que el equipo desciende, el Cisne ha confeccionado una planificación económica contando con su pago. Poder prescindir de abonarlo —en los últimos años ha sido de en torno a los 60.000 euros— supondría oxígeno monetario para la entidad pontevedresa. 

No ingresar supondría un alivio económico, pero añadiría otras incertezas

Sin embargo, la cancelación de ingresar en Asobal para jugar en la liga homónima podría suponer un arma de doble filo en cuanto a la planificación de la temporada. Y es que, a día de hoy, la entidad pontevedresa cuenta con pocas certezas de los requisitos económicos futuros (la Asociación no se reúne hasta el día 20), pero ha echado la vista atrás a las últimas temporadas para hacerse una composición de lugar. En este sentido, el Cisne está trabajando para llegar a un presupuesto cercano a los 400.000 euros, debido a la necesidad de pagar el canon —cifrado en 60.000 aunque podría bajar en el caso de que siguiese existiendo— y de contar con al menos 12 jugadores con contrato profesional. 

Por lo tanto, de suprimirse esta obligatoriedad de inscripción, las incertezas se multiplicarían. ¿Qué sucederá con los derechos televisivos (vendidos por los clubes de Asobal a LaLigaSports)? ¿Será necesario seguir contando con un número elevado de deportistas profesionales en el caso de no pertenecer a la Asociación? Al margen de Cisne y Aranda, ¿habrá equipos que decidan abandonar la Asociación, ya de por sí muy dividida en los últimos meses? 

Todas estas incógnitas sobrevolarían el horizonte, pero con el fin de la obligatoriedad de asociarse, el Cisne tendría más tiempo para ver cómo evolucionan los acontecimientos y, finalmente, decidir o no vincular a la Asociación de Clubes Españoles de Balonmano.

Una semana para el primer compromiso 
Más allá de la Asamblea General del sábado en la sede del COI (a la que acudirá el Teucro pero no el Cisne, que no es asambleísta), esta semana se presenta fundamental para el futuro del conjunto blanquiazul, que sabe que el próximo lunes deberá pagar a la Real Federación Española de Balonmano los 7.500 euros de inscripción en la máxima categoría. 

De hacer este pago, el club adquiriría un "primer compromiso" que ya le pondría en órbita de la máxima categoría, aunque no supondría una vinculación definitiva a la División de Honor, ya que posteriormente aún tendría tiempo de vender sus derechos de participación en el caso de que no obtuviese el respaldo económico suficiente para salir.

 

Una guerra entre dos entidades que va ganando la Federación

La Federación Española de Balonmano y la Asociación de Clubes Españoles de Balonmano mantienen desde hace meses una dura guerra de poder en la que parece que la primera de estas instituciones ha cogido ventaja. Así se sustrae, al menos, de los puntos del día de la próxima Asamblea General, a la que Asobal irá, por primera vez, sin ninguna aportación. 

De este modo, si la Asamblea aprueba la propuesta de suspensión de la obligatoriedad en Asobal para jugar en la máxima categoría y el formato de competición por grupos y fases, la RFEBM daría un golpe importante en esta lucha que incluso podría acabar con la viabilidad de Asobal como organismo. 

Y es que, en gran parte por culpa de la guerra con el ente federativo, Asobal no pasa internamente por sus mejores momentos. La división entre los clubes es máxima, según apuntan varias fuentes consultadas. En este sentido, el Diario Marca señala que siete equipos (Barcelona, Bidasoa, Granollers, Anaitasuna, Logroño, Benidorm y Huesca) han solicitado en los últimos días la dimisión del presidente de Asobal, Adolfo Aragonés, que fue reelegido hace tres meses en una compleja votación en la que estas siete entidades dijeron no a su persona. Ellos apoyaban a Jaume Conejero, el candidato auspiciado por la Federación. 

De este modo, con la aprobación del formato de competición por grupos, la RFEBM ganaría una batalla al imponerse a la voluntad de la mayoría de los clubes, que prefieren jugar todos contra todos por obtener más ingresos en taquilla. Sin embargo, en el punto en el que podría ganar prácticamente la guerra es en el de la citada suspensión de la obligatoriedad de inscripción a Asobal. De salir favorable esta medida, varios clubes (entre ellos Barça y Granollers) podrían abandonar la Asociación, que dejaría de tener una razón de ser y, por tanto, podría incluso llegar a desaparecer. 

Cabe destacar que después de unos años de déficit, Asobal acumula varias temporadas repartiendo beneficios entre sus socios.

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