En el peor momento, el mejor partido. El Pontevedra ganó y convenció el pasado domingo en Miramar, justo cuando las dudas en torno al proyecto eran cada vez más grandes. Unas dudas que, al menos por unas semanas, disipó tras firmar un encuentro casi perfecto en lo numérico. Tres goles a favor, cero en contra, 14 disparos ejecutados (nueve de ellos a portería) y tan solo dos concedidos fueron las estadísticas más ilustrativas de un encuentro que pone en valor la actuación de un PCF que además de mostrar su habitual capacidad para producir ofensivamente en diferentes registros, enseñó una inaudita seriedad defensiva .
Ángel Rodríguez apostó por cambiar de portero como mecanismo para cambiar la tendencia. Más allá de que las actuaciones de Álvaro Cortés estuviesen lejos de ser erráticas –salvo algún fallo puntual–, son muchos los entrenadores que en su intento de variar dinámicas tocan la posición de portero para tratar de dar un aire nuevo y limpiar la mente al equipo en el apartado defensivo. Lo cierto es que la aportación de Pablo Cacharrón no se pudo medir más que en intangibles, pues el buen trabajo sin balón del equipo y un Marino de Luanco que llegaba con dos victorias consecutivas en su haber pero por momentos pareció un equipo desalmado condujeron a que el meta ni se tuviese que manchar los guantes. De los tiros producidos por el cuadro local ninguno fue a portería.
Esa buen tono defensivo condujo a que el equipo dejase su dolorosa racha de partidos consecutivos encajando en cinco. Una racha grande, pero que no fue superior a los siete encuentros recibiendo del pasado curso. De este modo, el PCF deja al Móstoles URJC como el único equipo que hasta ahora ha encajado al menos un tanto en todos los encuentros. Incluso el Ceares (11 tantos encajados), el propio Marino (9), el Navalcarnero (9) o la Gimnástica Segoviana (8) llegaban al encuentro de la sexta jornada con al menos una portería a cero. Con nueve dianas encajadas en seis encuentros, el bloque granate sigue siendo uno de los peores conjuntos en esta cuestión. Pero al menos ha frenado la sangría.
Pablo Cacharrón, Álex González, Miguel Román y Brais Abelenda fueron los cuatro nombres propios de un once remozado
A ello contribuyó con su nuevo rol Álex González. Por primera vez en la temporada, Ángel Rodríguez apostó por introducir modificaciones en la línea de la retaguardia. Y le salió bien. Más allá de cerrar bien su banda y no cometer errores, el cántabro llegó al ataque en el momento puntual para marcar el 0-1 y poner el partido cuesta abajo para los suyos. Solo necesitó aparecer esa vez, pues no ejecutó ningún centro en el resto del partido.
Otra de las novedades positivas fue Miguel Román. El de Gondomar debutó como titular para dar descanso por precaución a Javi Rey y ofreció un buen nivel. Ganó el 67% de sus duelos, estuvo bien posicionado y no se complicó en el pase (86% de acierto en sus 64 envíos).
La cuarta cara nueva fue Brais Abelenda, que regresaba tras su lesión. El coruñés repartió dos asistencias y desde el sector izquierdo, fue capaz tanto de dar profundidad como de convertirse en el mejor socio de un Yelko Pino omnipresente en la dirección de juego.
Además, la entidad trabaja en varias líneas para conmemorar de diferentes formas la fecha especial. En principio, el club tiene previsto realizar diferentes promociones para y durante el partido. La intención también es programar un evento en la ciudad el mismo sábado con la idea de fomentar el ambiente de fútbol. Por último, también está prevista alguna "sorpresa" a programar durante la semana. Todas estas cuestiones serán anunciadas por el club en las próximas horas.
En el ámbito deportivo, enfrente del PCF estará la UD Llanera, que tratará de aguar la fiesta granate. Curiosamente será un rival asturiano, como el Lealtad, equipo que se midió al Pontevedra el día del 75 aniversario (3-0).
