Mejor sin concesiones

El Pontevedra intentará volver a la senda victoriosa ante un Fabril en apuros, que ocupa la penúltima posición ► Los granates, más fiables este año contra rivales de la zona baja de la clasificación, tienen las dudas de Nacho y Romay

Pedro Vázquez conduce el balón durante un entrenamiento en A Xunqueira. DAVID FREIRE
photo_camera Pedro Vázquez conduce el balón durante un entrenamiento en A Xunqueira. DAVID FREIRE

Hace años Pasarón se convirtió en un templo en el que se practicaba la resurrección públicamente. Visitantes que habían recibido la extremaunción en la capilla de O Burgo revivían momentos después sobre el césped de la parcela anexa. El proceso encolerizaba a los más ortodoxos creyentes granates. El Caudal en 2001, el Peña Sport en 2003, el Alcalá en 2006, el Compostela en 2010... hasta el Valladolid B de la temporada pasada llegaron cadáveres al barrio y volvieron a la vida, aunque solo fuese por una semana, tras recibir la bendición del grato anfitrión, Pontevedra.

El equipo granate se ha vuelto algo menos empático en su etapa reciente. Luismi no quiere hacer abuso de su bondad. Por ello, no ha tenido piedad del Burgos ni del Salamanca CF UDS, último visitante de Pasarón. Primero, lo suyo. Esa es su intención vespertina de hoy. Seguir impenitente con un adversario venido a menos. Con el Fabril en este caso.

La necesidad de supervivencia del filial solo atañe al Pontevedra en cuanto al nivel de atención que le exigirá para darle el toque de gracia. El once de la ciudad del Lérez necesita ofrecer un sacrificio a sus feligreses para calmar la ira que produjo la derrota encajada en Guijuelo hace siete días (3-0). Goleada engañosa, pero goleada. Detrás de su rehabilitación moral surge también la necesidad de puntuación para no desenganchar su vagón del furgón principal.

Ni Víctor Vázquez, ni Álex Fernández, ni Mikel Arruabarrena se vestirán de corto para lograr tales propósitos. Sí estarán Romay y Nacho López, dudas hasta el final. El Fabril está muy enfermo, pero, tampoco crean, no está enterrado. De momento, su segunda victoria del curso, la semana pasada, contra el Rápido de Bouzas, parece haberle cambiado la cara. Su palidez derivada de la pérdida de elementos básicos de la pasada campaña como Francis, Queijeiro, Pinchi, Romay, Borja Galán, Caballo y Edu Expósito se ha visto atenuada con los rayos de sol del pasado fin de semana.

Tanto él como Luismi deberán ingeniárselas para contrarrestar tácticamente los efectos de las últimas lluvias sobre el césped de Pasarón, cuyos defectos de construcción y las perniciosas consecuencias que han tenido sobre el sistema de drenaje han acabado convirtiéndolo, durante la larga estación de lluvias, en una instalación que recuerda más al campo de batalla de la Primera Guerra Mundial que al escenario de un espectáculo deportivo.

Luismi: "No quiero pensar en el Fabril. Lo único que puedo controlar es mi equipo"
El entrenador granate no percibe inquietud en su escuadra tras la derrota que encajó el pasado fin de semana en Guijuelo. Al contrario, solo huele deseo.

"Están bien y con ganas de que llegue el partido. Cuando pierdes,  quieres que pase la semana rápido para intentar ganar el siguiente partido e iniciar así la semana con mejores sensaciones. Están fuertes, están bien".

De hecho, el técnico apela a la dinámica en la que se hallaba su equipo antes de la derrota en Salamanca para mostrar su confianza en él. "Las sensaciones eran buenas y no por un partido vamos a volvernos locos. Perdimos, no es lo que queremos, sea en el campo que sea contra el rival que sea, pero solo fue un partido".

Luismi advierte cambios en el Fabril de Pellicer con respecto al de Tito Ramallo. "Se van viendo pequeños matices. Cada entrenador tenemos nuestra manera de ver el fútbol y nuestra idea".

Eso sí, el responsable del banquillo granate intenta no obsesionarse con sus rivales. "No quiero pensar en el Fabril, quiero pensar en nosotros. Lo que puedo controlar es mi equipo. Ahora lo que nos debe tener ocupados es recuperar a la gente que no está al cien por ciento y tener a los futbolistas mentalizados para volver a la senda de la victoria para ilusionarnos y seguir creciendo", manifestó el preparador vigués del PCF.

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