Melania Rodríguez no oculta su ambición porque siempre aspira a más, incluso cuando era una niña y comenzaba en la gimnasia. En Birmingham logró la medalla que le faltaba en el Mundial de doble mini-tramp, pero quiere más: ser olímpica, ya que es el sueño que lleva persiguiendo durante mucho tiempo. No quiere ofrecer la imagen de que no es agradecida, pero como deportista busca siempre lo máximo. Quiere llegar lo más lejos posible en su deporte y eso es ir a unos Juegos Olímpicos que después del último Mundial los ve más cerca que nunca.
¿A qué sabe el oro?
Sabe muy bien. Ha sido espectacular e inesperado porque no entrené nada en doble mini-tramp. Hice cuatro o cinco sesiones durante todo este año. Llevé ejercicios muy sencillos porque estaba muy centrada en trampolín, donde me jugaba la clasificación olímpica de la que me quedé a menos de tres décimas, aunque nadie habla de ello teniendo la medalla de oro.
¿Teniendo en cuenta que iba al Mundial pensando en la lucha por la plaza olímpica el oro en otra modalidad es como secundario?
Realmente mi mentalidad era solo conseguir la plaza olímpica. Todo el trabajo estaba centrado en eso, pero un título mundial siempre es un título mundial porque era la medalla que me faltaba. Había sido campeona de Europa y de los World Games, pero del mundo no. Ha sido como cerrar el círculo. Me hizo mucha ilusión.
Además en los Mundiales ya tenía un bronce y un oro.
He completado el triángulo. Era la medalla que me faltaba y la que luce más. Ya tengo la colección completa.
Ir a los Juegos es el sueño que tengo desde que tenía cinco años, la medalla de oro (doble mini-tramp) ayuda muy poco económicamente
¿Cuantas veces se le ha venido a la cabeza la imagen del abrazo con su entrenador (Pablo Hinójar) cuando supo que era campeona del mundo?
Realmente no sé lo que pensé. Cuando vi la clasificación en la pantalla dije: ¡Guau, esto es una locura! ¡Campeona del mundo! Una barbaridad. Fue un momento espectacular, muy emocionante.
¿Le benefició ir sin presión en doble mini-tramp?
Más o menos. No tenía la presión de llevar algún resultado como objetivo o ser consciente de mi nivel. Yo tengo mis cualidades, pero no había realizado un trabajo específico. Tenía la oportunidad de competir y no la queríamos desaprovechar, por eso participamos. Probablemente no tenía una responsabilidad previa, pero me conozco y cuando llego a una competición quiero hacerlo lo mejor posible. Sabía que tenía mis posibilidades y me ayudó ir más relajada.
Un oro en doble mini-tramp, el puesto 13 en trampolín y a dos décimas y media de la plaza olímpica para los Juegos de París, ¿globalmente ha sido el mejor Mundial de su carrera?
Sí, sobre todo por el hecho de no haber cometido ningún fallo. He completado cuatro ejercicios de cama elástica y cinco de doble mini-tramp y eso es superbueno, además por equipos conseguimos pasar a la final de cama elástica, algo que nunca se había alcanzado y quedamos cuartas con los mismos puntos que las terceras. Hicimos una final increíble. Faltó la clasificación olímpica, aunque me acerqué a ella.
¿Después de este campeonato tiene la sensación de que la clasificación olímpica es factible?
Este resultado agridulce me motiva muchísimo para darlo todo en las dos copas del mundo que quedan (para el ranking olímpico se tienen en cuenta los dos mejores resultados de cinco copas del mundo a celebrar desde el pasado mes de julio hasta abril de 2024). Es complicado pero me veo con opciones. Me da rabia no haberlo conseguido en el Mundial, pero a la vez la competición ha sido una inyección de confianza. No sé qué porcentaje tengo, pero lo que si sé es que me quedan dos pruebas y tengo que darlo todo. Lo tengo en mi mano.
¿Se ve en París?
Yo confío y más después de este campeonato. Soy consciente de que puedo hacerlo. Vamos a ver cómo van sucediendo las cosas, pero estamos en el camino.
¿En qué cree que tiene que mejorar para dar ese salto hacia los puestos olímpicos?
Es fundamental no cometer fallos. Esa es una de las conclusiones que saco de este Mundial en el que cambié el ejercicio porque estaba un poco en el lateral de la cama elástica y cambié de elemento por otro más sencillo (seis décimas menos de dificultad), pero a lo mejor si no hubiera cambiado podría haber fallado. En lo que tengo que mejorar es en los desplazamientos laterales porque en la parte de la cama elástica en la que estés cuanto más estés en la cruz, mejor, y yo casi ni la toqué. Estuve de lado a lado.
Me imagino que estos días se lo han preguntado mucho, ¿cambiaría el oro por la clasificación olímpica?
Sí, sí, sí (con rotundidad), sin lugar a dudas cambiaría el título por la clasificación porque es el sueño que tengo desde los cinco años. Siempre soñé con los Juegos. La cama elástica es un deporte olímpico y económicamente ayuda muchísimo, la medalla de oro ayuda muy poco. Estar en París me generaría más satisfacción personal que la consecución del título.
¿Cuál es la hoja de ruta de los próximos meses?
No paramos. No hay lugar para el descanso porque en febrero ya tenemos la Copa del Mundo de Bakú y en marzo es la otra competición puntuable para el ranking (olímpico). Estoy centrada en ello y daré lo máximo para hacer realidad mi sueño.
La siguiente vía para la clasificación es a través de las copas del mundo donde se reparten siete plazas que podrían ser nueve, pero su gran hándicap es que en ese ranking la española Noemí Romero ocupa la cuarta plaza.
Al no haber conseguido España billete en el Mundial ya no tiene posibilidad de obtener una doble representación, esa opción está destinada a los cinco países que consiguieron el puesto.
Romero suma 45 puntos después de una buena actuación en Coimbra y en Varna, eso es un obstáculo para la gimnasta del Pontevedra que tiene que mejorar el octavo y undécimo puesto firmado por su compañera de selección.
Un dato que juega a favor de Melania es que en las copas del mundo del año olímpico aquellas gimnastas que ya tienen plaza no suelen participar habitualmente.
Su primera cita será en Bakú y posteriormente en una competición que en el mes de marzo se llevará a cabo en Dinamarca.
El trampolín reparte 16 plazas de las cuales cinco ya están asignadas a través del Mundial (China, EE. UU, Brasil, Canadá y Gran Bretaña); otra plaza es para Francia, aunque si la consigue a través de la clasificación deportiva ese lugar se reajustaría; otro billete es por universalidad y, después, en los campeonatos de los continente que no han conseguido clasificación, actualmente Oceanía y África, aunque probablemente alguna oceánica se clasificará por la Copa.