El mercado más tranquilo

Lo que funciona no se toca. Bajo esa máxima ha entrado el Pontevedra Club de Fútbol en el mercado invernal, que a principios de esta semana abrió su ventana para inscribir a nuevos fichajes a través de los que buscar un plus para aumentar el rendimiento competitivo. Un rendimiento que en el PCF es óptimo, una vez superados los baches iniciales. Y que, por lo tanto, invita a no agitar demasiado el árbol.

Tanto es así que el club granate no tiene previsto ofrecer la baja a ningún futbolista en este enero. Así se le comunicó a la plantilla ya hace algunos días, antes de la apertura de mercado, para evitar la incertidumbre y así potenciar el clima de tranquilidad y buen ambiente que se vive dentro del vestuario de Pasarón.

De este modo, tan solo si algún integrante de la plantilla se desmarcase pidiendo su salida se estudiaría la posibilidad. A día de hoy esa circunstancia no se ha producido y parece poco factible que suceda durante el resto del mes, aunque desde la entidad se es consciente que algunos jugadores están participando menos de lo que les gustaría. Algo que, por otro lado, sucede en todos los grupos de trabajo por la propia lógica interna del balompié, un deporte en el que solo pueden jugar once del número superior a la veintena que componen el cuadro de nombres.

UNA ÚNICA FICHA. Así, sin salidas a la vista y con todas las fichas sénior cubiertas desde la llegada tardía de Yelko Pino a principios de septiembre, el PCF tan solo contaría con la posibilidad de incorporar a un jugador sub-23. En estos momentos, la intención es no sellar esa ficha con un nombre y así se le comunicó también a la plantilla en su momento. Sin embargo, a falta de todavía cuatro semanas para el cierre de mercado, sería temerario negar rotundamente la posibilidad de que llegue un nuevo futbolista al Pontevedra.

Por lo tanto, el posible movimiento en el capítulo de llegadas dependerá de dos factores. El primero y más importante, de las oportunidades que ofrezca el mercado. En verano, el director deportivo, Toni Otero, apostó por no traer futbolistas a préstamo para cubrir ninguna de las fichas sub-23. Y es probable que esa estrategia se mantenga con el objetivo de no entorpecer la llegada al primer equipo de futbolistas salidos de la factoría granate.

En segundo término, la evolución de Rufo de su lesión marcará la necesidad o no de replantearse posibles incorporaciones. Y es que la última línea del ataque sería la única que el PCF se plantearía retocar en el caso de que el esguince de tobillo con edema se siga complicando y retrase más la reaparición del delantero madrileño. De no reaparecer en Santiago –el 9 está descartado para el partido de este fin de semana ante el Palencia Cristo Atlético–, Rufo cumpliría tres meses de baja.

Mientras, si el delantero centro regresase con éxito en las próximas semanas, habría muchas más posibilidades de que el Pontevedra mantuviese intacta su actual plantilla de 21 futbolistas más Iñaki Martínez –con ficha del B pero de facto en el primer equipo– y las incorporaciones de la base como argumento para buscar el ascenso de categoría.