Cerca de un centenar de personalidades de la empresa, la política y el deporte pontevedrés, gallego y nacional participaron en el merecido reconocimiento a su socio de honor, O Bruxo, que lleva vinculado al Casino Mercantil 65 años, y que desde este jueves da nombre al salón de actos de su sede en Curros Enríquez. Fue una de las partes de un acto tremendamente emotivo, al que José Luis Torrado Casal acudió junto a su familia y en el que se subió al estrado acompañado de su mujer, Rosa. A ella le dedicó el recuperador una de sus primeras frases en un discurso que se empeñó en hacer de pie, pese a los achaques de la edad. "Estoy más estropeado que cuando gané el Campeonato de España de 400 metros", apuntó Torrado con su habitual retranca.
O Bruxo reconoció que pese a lo anunciado del acto, estaba emocionado. "Esto no se espera. Es algo entrañable. Cada cara que veo aquí la tengo en el corazón. Que me volváis a recordar vuestros momentos conmigo es fantástico", apuntó el naturópata nacido en Lugo pero pontevedrés de adopción. Torrado recordó parte de sus vivencias en una dilatada carrera que permitió que pasasen por sus manos miles de deportistas.
El recuperador sí reconoció que tenía una espina clavada: "Me voy a morir y no pude ayudar al Pontevedra Club de Fútbol como me hubiese gustado. Las cosas como son. No me dejaron. Pude haber hecho mucho más de lo que hice y es el fracaso de mi vida".
Tras alguna que otra anécdota que cerró recalcando que eran "historias para no dormir", justo lo que no iba a poder hacer él esa noche (por la emoción), recalcó su agradecimiento a todos los presentes por poder verles "aunque sea la mitad de la cara", en otro guiño humorístico a la obligación de llevar mascarillas.
PLACA Y FIRMA. Tras la intervención de O Bruxo, el Casino Mercantil le obsequió con una placa reconociéndole como uno de sus socios más insignes y le pidió que sellase su firma en libro de honor, reservado para autoridades civiles y militares. "Te queremos", le dijo Vega. "Es una muestra de cariño por toda tu generosidad. Siempre has atendido a todo el mundo a cambio de nada", apuntó el periodista Ramón Mella, conductor del acto.
Mientras, Rafael Louzán, presidente de la Federación Galega de Fútbol y representante de las federaciones deportivas de Galicia, recalcó la "xentileza" de una persona que que fue mucho más que "as súas mans e as súas herbas". "Deixa un magnífico legado como persoa e merece todo este cariño: a vida se compón de momentos e son os bonitos como este os que pagan a pena", finalizó su interpelación a O Bruxo, al que este jueves el Mercantil también lo elevó hasta la eternidad.
Precisamente por la necesidad de sacar a su familia adelante, tuvo que dejar el deporte. Aunque no sabía que, en realidad, nunca lo iba a abandonar. Porque entonces descubrió su talento especial para tratar lesiones a través de remedios naturales. Una cualidad que le hizo ganarse fama mundial y acudir a cinco Juegos Olímpicos. Fueron estas citas momentos fundamentales en una carrera que estuvo vinculada a numerosos clubes.