El Covadonga, el "milagro" con nombre de virgen

Rival del Pontevedra el domingo, aprovecha su paso por Segunda B para reafirmar su imagen de club "serio y familiar" ► Es la entidad con más fichas de base en Asturias y de su cantera han salido Santi Cazorla o Adrián López
Jaime Álvarez y Manu Blanco celebran el gol logrado por su equipo en Pasarón. RAFA FARIÑA
photo_camera Jaime Álvarez y Manu Blanco celebran el gol logrado por su equipo en Pasarón. RAFA FARIÑA

Llevar el nombre de una virgen y haber sido gestado por un cura tenía que acabar en milagro. Y precisamente un suceso extraordinario es el que está viviendo el Club Deportivo Covadonga, un club humilde de Oviedo que disfruta de su paso por Segunda B para reafirmar su imagen de entidad "seria y familiar" y que el próximo domingo recibirá al Pontevedra, uno de los últimos "gigantes" contra los que se ha enfrentado en este año histórico.

"El club fue fundado por Juan Antonio Álvarez Rabanal, cura de la parroquia de Nuestra Señora de Covadonga, en el barrio de Teatinos. En aquella época dura (1979), buscaba una forma de darle amparo a la juventud", explica el actual presidente, Curro Cabal. "Si a los fundadores del club les dicen que ese proyecto acaba en Segunda B, no se lo creerían", comenta el entrenador, Fermín Álvarez.

Fermín Álvarez, entrenador del Covadonga: "Hacemos malabares: casi siempre nos entrenamos en medio campo o en un cuarto" 

Pero los caminos del Señor son inescrutables. Y aquel equipo modesto se pasea ahora con orgullo por Segunda B gracias a un grupo que acumula siete años trabajando junto a las órdenes de Álvarez. "Esto es un milagro con nuestros pocos recursos. Pero también es fruto del trabajo. En los últimos años nos habíamos convertido en uno de los equipos que rondaba el play-off. Ascendimos ganando 2-0 al Caudal, que es como el Madrid de Asturias. Fue histórico", rememora el máximo dirigente.

El premio le llegó al equipo homónimo a La Santina. Pero el acceso a la categoría de bronce del fútbol nacional no cambió los planes del Cova, que han pasado, pasan y pasarán por la cantera. "Nuestro presupuesto total de este año es de unos 500.000 euros. Y prácticamente la mitad va destinado a la base", explica Cabal. Un apellido que le viene al pelo, pues en el Covadonga impera el sentido común. Algo que le ha hecho labrarse una imagen positiva en el fútbol asturiano. "Somos el club con mayor número de licencias en Asturias. Este año rondamos las 620", apunta Fermín Álvarez, que considera que una entidad como la ovetense "no tiene mucho más recorrido" a nivel sénior y su crecimiento pasa por "seguir haciendo cantera". "Llevamos años trabajando muy bien. Quizá ayudó que fuésemos los primeros en aceptar a niños de 4 o 5 años", añade el entrenador del primer equipo de un Cova del que han salido profesionales como Santi Cazorla, Adrián López, Adrián Colunga o Saúl Berjón.

Curro Cabal, presidente del Covadonga: "Proyectamos seriedad. Nuestros entrenadores son de un perfil de educación y familiaridad. Todos los años tenemos que decir 'no' a 40 chavales" 

INTERÉS. "La verdad es que nos hemos creado una buena imagen. Muchos de nuestros entrenadores son jugadores del primer equipo. También hay docentes (entre ellos, Fermín). Son de un perfil Cova de educación, corrección y familiaridad. Proyectamos seriedad. Recibo dos llamadas diarias de padres interesándose por apuntar a sus hijos", añade el presidente, que reconoce que cada temporada tienen que decir no a unos 40 jóvenes porque no hay más hueco: "No queremos echar a nadie y acabamos teniendo muchos equipos. No es normal tener un Alevín F". 

Concretamente, este curso el Cova cuenta con más de 35 equipos. Una barbaridad. Y más cuando para todos solo tienen el Pérez Rabanal (el estadio del primer equipo) y otro campo de fútbol-8, sin contar los polideportivos para los jóvenes que compite en sala.

Así, el primer equipo azul sufre a costa de penalizar a la cantera. "Hacemos malabares. Entrenamos cuatro días a la semana una hora y cuarto. Solo un día disponemos del campo entero. Casi siempre nos ejercitamos en medio campo y a veces en un cuarto", dice Álvarez. Además, todos sus jugadores en propiedad compaginan el fútbol con trabajo y estudios. Y tanta importancia tienen sus vidas más allá del balón que en los desplazamientos es muy habitual que varios viajen en coches particulares para evitar que un positivo les obligue a confinarse por compartir autobús. Son los hándicaps de un equipo milagroso que trata de ser "profesional desde el amateurismo" y aunque se sabe descendido, sueña ya con volver más pronto que tarde a la Segunda RFEF.

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