Todavía no sabe en qué equipo jugará esta temporada. Estudia ofertas del extranjero y también del fútbol doméstico, aunque no quiere precipitarse en la toma de su decisión. Todavía no ha asimilado que la entidad granate haya optado por prescindir de sus servicios para hacer un hueco en la plantilla a la última adquisición del mercado, el internacional hondureño Alfredo Mejía. Y aunque era un secreto a voces que Adrián Mouriño sería el hombre elegido por los responsables deportivos del club granate para dar una baja, uno nunca está preparado del todo para la separación de lo que más quiere.
¿Qué sensaciones tiene después de su salida del Pontevedra?
Aún no me lo creo, sinceramente. No me quiero dar cuenta. No me veo fuera del Pontevedra. Aún no creo que esto se haya acabado, después de cinco años que para mí, como escribí el otro día en Twitter, fueron de felicidad total. Cuando uno está tan a gusto en un club, se encuentra bien físicamente y cree que puede dar mucho más, después de hacer una buena pretemporada, se siente un poco contrariado cuando le sucede esto.
¿Por qué cree que el club toma esta decisión?
No lo sé. Supongo que es algo que debería preguntarle a Luismi y Roberto Feáns.
Porque la presidenta confiaba en usted...
La sensación que tengo es que, si fuese por la presidenta, yo seguiría en el Pontevedra, y que la decisión fue única y exclusivamente cosa de Roberto Feáns y Luismi.
¿No le parece extraño que lo renueven en enero y ahora prescindan de usted?
No sé qué quiere que le responda. Cuando te renuevan, se supone que es porque vas a contar con ficha durante la temporada siguiente. Por lo menos, hasta diciembre. Como mínimo. Es un tema que no decido yo y que quizás debería responder a quien le corresponda.
¿Guarda rencor a alguien?
No, no le guardo rencor a nadie. Igual alguno lee estas líneas después y dice "este ‘tío’ está ‘de coña'. Es imposible que no esté enfadado con nadie. Cuando le hacen algo así a un jugador, tiene que estar quemado y ‘jodidísimo". Pero creo que soy una persona que sabe recapacitar, que intenta razonar todas las situaciones. Por eso, cuando estaba en el equipo no podía entender que fuese yo al que se quisieran cargar sí o sí. Ahora no tengo que tener rencor ninguno a nadie, porque los que dirigen la parcela deportiva son los que deciden que soy yo el que tiene que abandonar el equipo por el motivo que sea y hay que aceptarlo. Punto. No le puedo guardar rencor a nadie.
Alguna explicación le darían desde el club...
Sí, que fue una decisión únicamente deportiva, que se necesitaba una ficha para firmar a alguien para el centro del campo y la única que sobraba ahí era la mía, porque no iba a jugar nada, hiciese lo que hiciese. Ya está.
¿Con qué se queda de estos cinco años muy felices de los que hablaba anteriormente?
Lo que me llevo de Pontevedra de estos cinco años, por eso hablo de tanta felicidad, fue que en el Pontevedra conocí a mi mujer y en Pontevedra nació mi hijo. Creo que con eso ya lo digo todo.
Siempre ha dado la impresión de existir una gran complicidad entre Adrián Mouriño y la afición del Pontevedra Club de Fútbol. ¿Usted lo ha sentido así?
De todos los grandes momentos que he pasado en el Pontevedra, algunos de los que siempre se me vienen a la cabeza son los que se producían cuando yo estaba sentado en el banquillo y la gente pedía que me sacasen al campo. Era algo que a un futbolista le impacta. Con eso te demuestran todo el cariño que te tienen. Te quedas con muchas cosas, y una de ellas es esa. También me quedo con lo que hizo la presidenta por mí: todo lo que pudo y más, con el máximo cariño, siempre. Yo sé la debilidad que sintió por mí. No es algo que diga yo pero que pase con todos igual. No. Yo tenía un feeling especial con Lupe Murillo y ella conmigo. A ella no podré olvidarla jamás. Ha sido la persona más influyente en mi carrera deportiva.
¿Se ha planteado regresar al Pontevedra en el futuro, no como jugador, sino en otro tipo de función?
No podría contestar a eso ahora mismo. No me creo todavía que esté fuera del Pontevedra. Ahora que me lo pregunta, quizás me tenga que dar un poco más de cuenta de que no formo parte del club y es una sensación que no me gusta nada.
Gratitud
"Los aficionados y la presidenta eran el motivo por el que no quería irme del Pontevedra"
Es difícil encontrar a una persona que hable con tanta espontaneidad y claridad en su mensaje como Mouriño.
¿Qué le transmitiría a la afición?
Tengo poco que decirle. He intentado quedarme por todos los medios. El corazón y la cabeza me decían que tenía que seguir aquí, sí o sí. Pero fue tal la presión que se ejerció sobre la necesidad que había de utilizar mi ficha, lo que se insistió en que no iba a contar ni a jugar y en que mi ciclo en el Pontevedra se había acabado, que al final se llega a este punto, el de hacer algo que uno no piensa, aceptar un acuerdo de rescisión. Sé que no voy a encontrar una afición que me vaya a querer tanto como me quiso la de este club. Disfrutaba al máximo todos los partidos que jugábamos en Pasarón, porque ese estadio tiene un encanto especial y la historia que hay detrás de él es increíble. Y vestir esa camiseta también tiene un peso enorme. ¡Este equipo fue líder de Primera División! No es algo que puedan decir en muchos lugares de España. Todos estos años te vas empapando de la historia y de los aficionados. Les agradezco todo lo que dieron por mí y todo el cariño que me demostraron. Y junto a ellos, pongo en el mismo sitio a Lupe Murillo. Los aficionados y la presidenta eran el motivo por el que no quería irme del Pontevedra.
