Muchas sonrisas y deporte en Mourente

La vigésimo cuarta edición del Cross Escolar organizado por el CEIP Vilaverde-Mourente reunió a más de 300 atletas y a sus familias

Algunos de los corredores que participaron en la prueba. DAVID FREIRE
photo_camera Algunos de los corredores que participaron en la prueba. DAVID FREIRE

El cross escolar del CEIP Vilaverde-Mourente celebró su XXIV edición cargado de risas, alegría y mucho deporte.

La competición, que ya es una cita obligatoria para los aficionados al cross más pequeños, logró, como en los años anteriores, un éxito en participación, con 351 escolares procedentes de colegios públicos de todo el concello. El tiempo acompañó a la jornada, que no pudo ser más divertida y, aunque hubo alguna caída, no fue nada que no se pudiera arreglar con una tirita.

Así, los pequeños deportistas recorrieron las calles Ángel Limeses, San Amaro, Valdecorvos y Vilaverde, adyacentes al centro escolar, con el objetivo de llegar a la meta y reponer fuerzas con un bocadillo y una bebida, que les facilitó la organización de la prueba.

El momento más entrañable lo protagonizaron los alumnos y alumnas de Educación Infantil, de tres a cinco años, que debutaron muy emocionados en la prueba, recorriendo un tramo de 150 metros. A estos les siguieron los deportistas de la categoría prebenjamín masculino y femenino, los alumnos y alumnas de primero y segundo curso de Primaria que, tras completar sus 250 metros de distancia, dieron paso a los benjamines, de tercero y cuarto curso de Primaria, quienes recorrieron 700 metros a toda velocidad. Finalmente, los deportistas de la categoría alevín, de quinto y sexto curso de Primaria, completaron sus 1.200 metros, la mayor distancia de la prueba para los escolares.

Al finalizar la competición, los tres primeros corredores y corredoras de cada categoría en llegar a la meta recibieron un trofeo, que todos ellos mostraron orgullosos a sus familiares y amigos, con los que también tuvieron tiempo para jugar el resto de la jornada. Pero no solo hubo premios para los deportistas más rápidos, ya que todos y cada uno de los participantes recibieron una medalla conmemorativa, la sexta para la colección de la mayoría de alumnos del último curso de Primaria que acudieron a cada edición de la prueba desde los tres años.

Pero lo cierto es que los más pequeños de la casa no fueron los únicos que hicieron deporte. Hasta el CEIP Vilaverde-Mourente también se acercaron algunos ex alumnos de primero y segundo de ESO, que se animaron a realizar el recorrido al completo, para continuar así con lo que, para ellos, ya es toda una tradición, despertando en su actuación la admiración de los deportistas de menor edad.

Y la jornada deportiva todavía no terminaba. Los pequeños corredores todavía tuvieron la oportunidad de animar a sus madres, padres, abuelas y abuelos, que se animaron a realizar un recorrido de 250 metros. En total fueron 40 los que se calzaron las zapatillas deportivas para sembrar ejemplo entre las generaciones más jóvenes y, como el espíritu deportivo fue una constante, incluso algunos de los familiares de los pequeños se animaron a última hora a hacer el recorrido en vaqueros y zapatos.

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