EL TRABAJO y el concepto de familia son para Nando Álvarez los mayores artífices de los éxitos del CTM Monte Porreiro, cuyo primer equipo se encuentra asentado en Superdivión y que este año se convirtió en el segundo club pontevedrés en disputar una competición continental.
¿Qué fue lo primero que se le vino a la cabeza cuando supieron que recibían el Premio HQR! a mejor equipo del año?
Recuerdo que estaba en casa y cuando me lo dijeron fue una sorpresa. En el primer momento fue una reacción de ¿estáis en serio?. Después a medida que empezamos a hablarlo, nos hemos dado cuenta de que hemos logrado algo importante. Es que muchísima felicidad, pero sobre todo orgullo.
Que llegue en un año tan complicado, ¿hace aún más fuerte este reconocimiento?
Totalmente. Echando la vista atrás, y ahora que vuelve todo de nuevo y no tienes más remedio que recordar este tipo de cosas, piensas en que en un año tan complicado, con todo lo que le ha sucedido a la sociedad, todo lo que hemos hecho es increíble. El otro día repasábamos todo lo que hemos vivido y es increíble. La verdad es que yo sé que es el año que más cosas hemos hecho, a pesar de las condiciones y ha sido muy trabajoso pero esto te refuerza y te da ánimo.
Con participación europea incluida, que es quizás el mayor premio al buen trabajo...
Totalmente. Europa fue una experiencia única. Yo creo que no se me va a olvidar nunca, porque además de que tengo buena memoria para estas cosas, me gusta retener y disfrutar los momentos. Verte en República Checa, saber que todo el club está detrás, que estás saliendo en la Federación Internacional, escuchar el himno de España, representar a Pontevedra, a Monteporreiro etc es como decir oye, que lo estamos haciendo de verdad, porque a veces no nos damos cuenta de que estamos ahí porque todo va muy rápido. Si no me hubiesen dado el premio, yo no sé si me pararía, en estos momentos, a ver todo lo que realmente hemos logrado.
Europa
"Fue una experiencia única. Escuchar el himno, representar a Monte Porreiro... fue como 'oye, lo estamos haciendo"
Recuerdo una frase que me dijo hace un tiempo y era que el crecimiento tan rápido del club, le estaba dando vértigo. ¿Sigue existiendo a día de hoy?
Yo decía esa frase porque la sentía, pero ahora me imagino que por la experiencia y por todo lo que ha sucedido, que al final te hace más fuerte y te hace valorar lo que haces, ya no tengo ese vértigo, sino la sensación de que voy en línea recta y un poquito en bajada, y con la sensación de que me siento cada vez con más seguridad y ahora sí que quiero que el club siga creciendo. Veo un respaldo brutal por parte de la sociedad, de los medios de comunicación, que son tan importantes, y sobre todo de las administraciones. Ahora tengo tantas ideas y ansiedad positiva de abrir el tenis de mesa para que mucha gente pueda jugar. Ahora me veo con muchísimo ánimo y ese vértigo se ha transformado en algo muy positivo.
Si hace unos años le hubiesen dicho que iban a vivir todo esto ¿que pensaría?
Soy bastante soñador en ese sentido. Difícilmente pierdo la esperanza. Me considero una persona positiva a largo plazo, pero esto era impensable porque es difícil competir con los deportes mayoritarios. Había retos como conseguir el crecimiento del club, que cada vez haya más practicantes, un centro propio... Todo eso sí que era un reto. Cuando vamos por ahí llenamos las gradas con todos los jugadores que llevamos, y eso ya era impensable antes, pero los resultados como ser terceros en la Copa del Rey o ir a Europa, era realmente imposible. A la pregunta inicial, te digo que no, hace unos años no hubiese pensado que fuese posible.
De todo lo vivido este año, si se tuviese quedar con una cosa, ¿con qué sería?
Es difícil. Me voy a quedar con una sensación. La sensación que tuve cuando terminó el Campeonato de España, que era el colofón de la temporada, terminó si no recuerdo mal el 1 de julio. Nosotros pensábamos que el 29 de junio ya íbamos a acabar porque teníamos esas expectativas, y yo a los campeonatos de España no suelo ir, porque son las dos últimas semanas de junio y yo llego cansado al final de temporada. Y este año decidí ir y llevamos la delegación más grande de nuestra historia y yo solo pensaba en ver si salía vivo de allí. Al terminar volví con más fuerzas que nunca y eso fue un punto de infl exión para mí y con todo lo que hemos vivido, me quedo con eso porque ahí noté ese vértigo del que hablábamos.
Después de todo este año, de seguir vivos en Europa ¿con qué sueña? ¿Cuál es el siguiente paso?
Nosotros nos ponemos unos objetivos al inicio de temporada que suelen basarse en mantener una estabilidad dentro del primer equipo ya que son los que trasladan esa positividad al resto de los equipos. Yo con lo que sueño es con tener el centro de tenis de mesa, si los resultados siguen acompañando, sabemos que el punto de inflexión y el siguiente paso es ese.
Este es un premio que va dirigido a los éxitos del primer equipo, pero ¿el buen hacer de los jugadores de ese primer equipo son el mejor espejo para la cantera?
Totalmente. Nuestra forma de trabajar se basa en las ganas y en la fortaleza del grupo. Los jugadores del primer equipo ayudan con el resto de la cantera y es ahí donde nos retroalimentamos, en la conexión que hay entre el primer equipo y los niños. Este premio no es por el primer equipo, es un premio que todo el club siente como suyo.
