PONTEVEDRA. Morlacos bípedos tomaron la Plaza de Toros. El espectáculo del rugby playa se apoderó del coso de San Roque en una jornada magnífica para la práctica del deporte y para los aficionados que quisieron acercarse a presenciarlo: ni lluvia, ni calor.
La primera edición del Torneo Internacional Cidade de Pontevedra llamó la atención de los profanos. Criaturas humanas de más de cien kilos danzando como bailarinas sobre la arena, golpes de mazo, placajes intolerables y un buen rollo inconcebible entre torta y torta despertaron la curiosidad del público.
Además de deporte, hubo confraternización. Ninguna disciplina como el rugby une tanto a rivales. Desde pequeños les inculcan que son caballeros practicando un deporte de villanos. Tienen que serlo. Si lo deseasen, en el fragor de la lucha, podrían lesionar al más pintado... pero casi nunca lo hacen.
Balonmano. Finalmente ganó el torneo el equipo de los Ingleses de Vilagarcía, que se impuso en la final, al desempate, al Camelias de Vigo.
Posteriormente se produjo la fase final del I Torneo de Balonmano Playa de Pontevedra. Se pasó de la dureza y la danza a la plasticidad y la flexibilidad, al vuelo sin motor. Dos espectáculos en uno en la plaza. Ya habrá tiempo para los toros.
