Defensa, defensa, defensa. Luismi quiere un Pontevedra firme y fiable que realice pocas concesiones a sus rivales en su área, que encaje menos goles y que sume puntos como las hormigas que fabrican su despensa en verano para prevenir las inclemencias del duro invierno. El técnico insiste en el valor de la fortaleza con la mente puesta en los objetivos más ambiciosos.
"Vamos a hacer hincapié en ser fuertes defensivamente y mantener la portería a cero. Tenemos la posibilidad de crecer a partir de ello. El rival debe tener claro que si quiere ganarnos, deberá hacer las cosas muy bien", avisa a navegantes el preparador del bloque lerezano. Contra el Coruxo la afición vio a un once pontevedrés bien armado en campo propio, que concedió pocas ocasiones y que fue solidario. No es suficiente. Todavía es pronto para conformarse.
"Tenemos que ganar solidez. Si recibes gol fuera de casa, va a ser complicado levantar los partidos y hacer dos o tres tantos para ganar. Es a partir de ser un bloque compacto cuando podremos sacar algo positivo. Tenemos que concienciarnos, sino va a ser complicado otra vez. El nivel de concentración debe ser muy bueno".
La intención es corregir los vicios como visitante del Pontevedra cada vez que se alejaba de su tierra. Galicia fue su reino en el curso pasado, pero más allá de sus dominios, el PCF sufrió, hasta acabar agotando sus opciones de promoción en sus desplazamientos. "Esperemos corregir lo que no pudimos hacer en la temporada pasada. Debemos mejorar los números. Si queremos estar arriba, solo con los partidos de casa no nos va a llegar. Hay que sumar fuera", anuncia el entrenador vigués del Pontevedra.
El responsable del banquillo de Pasarón desconoce si el trabajo realizado durante el verano dará frutos en las visitas de la Liga. "No lo sé. El de Ferrol será el primer encuentro que juguemos fuera y servirá de termómetro para comprobar en qué punto nos hallamos: si estamos bien o no y si podemos competir mejor que en el curso pasado".
El Pontevedra lo afrontará con la sensación de haber cumplido con su responsabilidad en el debut liguero en su feudo, con tres puntos en su zurrón. La presión, para el adversario. "Empezar en casa ganando es importante. Te da la tranquilidad para afrontar la segunda semana con los deberes hechos y le permite al futbolista tener confianza y pensar que podemos recuperar la línea de la temporada pasada, de hacernos fuertes ante nuestra gente".
El técnico está encantado de volver a A Malata, donde hacía muchos años que no competía. "Desde la última vez que estuve en el Pontevedra, como jugador", recuerda. Estos derbis "me gustan. Son partidos atractivos. Hay rivalidad. Son distintos. Para la gente, para el aficionado, es un encuentro atractivo. Tiene un plus, aunque no dan más puntos por ganarle al Racing".
La derrota en el debut liguero de los ferrolanos los convierte en un rival peligroso. "Tenemos que estar mentalizados de que van a salir heridos. Son un equipo con jugadores de mucha calidad y experiencia", finalizó Luismi.
