Oier se gana otra oportunidad

El extremo acepta la oferta de renovación por una temporada más y cumplirá su tercer curso de granate, en el que espera reivindicarse ►Su buen final de curso como extremo o lateral derecho ha sido un factor decisivo a la hora de que el club siguiese contando con él
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photo_camera Oier Calvillo celebra su único gol el pasado curso. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Otra oportunidad para Oier Calvillo. El extremo vasco continuará la próxima temporada vistiendo de granate, después de aceptar la oferta de renovación del Pontevedra Club de Fútbol en los últimos días. Así lo anunció la entidad pontevedresa en el día de ayer.

De este modo, Calvillo amplía su vinculación hasta junio de 2023 y cumplirá su tercer curso en el PCF. El futbolista de Arama llegó a la entidad de Pasarón en el verano del 2020 como una de las piezas claves (tanto en el apartado táctico como por peso en la masa salarial) de un proyecto ambicioso que buscaba acceder a la Primera RFEF e incluso soñaba con pelear por el ascenso a Segunda. Pero la cosa se torció y el equipo acabó cayendo a Segunda RFEF y salvándose en la última jornada del descenso a Tercera.

Aquel primer curso no fue positivo para Oier Calvillo ni para casi ningún otro compañero. Pero el vasco tenía un año más de contrato y entendió que debía cumplirlo la pasada campaña. En Segunda RFEF, Calvillo apuntaba a ser un futbolista decisivo. Arrancó como titular en el costado derecho del ataque. Pero pronto Alberto Rubio le arrebató el puesto. Mientras el alicantino se afianzaba en el once, Calvillo continuaba con su caída libre como granate.

Así, entre su pérdida de protagonismo, una lesión muscular y sus propios «miedos» psicológicos (como reconoció a este diario en una entrevista publicada el pasado febrero), Calvillo llegó al último tramo del curso siendo uno de los futbolistas más infrautilizados por Ángel Rodríguez. El técnico leonés tenía más querencia por las características de Rubio en ese puesto, ya que el "14" le daba más juego interior. Pero además, Calvillo no terminaba de responder en las oportunidades que tenía en los tramos finales de los partidos.

Entonces, la pubalgia de Seoane le abrió un hueco en el lateral derecho como solución de emergencia ofensiva. Y el vasco, que no jugaba en ese puesto desde el fútbol base, lo aprovechó. Oier acabó teniendo minutos de calidad en los últimos seis partidos de la competición, elevó las prestaciones y cerró el curso con un gol y cinco asistencias en 844 minutos.

Ese incremento en el rendimiento ha sido decisivo para que el club, finalmente, le haya ofrecido la renovación. Con esta ampliación, el PCF se queda con un futbolista que destacó en Osasuna B como uno de los futbolistas más diferenciales de la categoría y que ahora pretende recuperar como arma en una Primera RFEF de mucho nivel.

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