Óscar Cortegoso, un acróbata del aire

Este pontevedrés de 25 años solo necesita una cinta de cinco centímetros de ancho para realizar acrobacias increíbles en el aire. Descubrió el slackline hace seis años y desde entonces no ha parado de saltar por todo el mundo haciendo lo que más le gusta con la meta de poder llegar a vivir de este deporte urbano algún día
Óscar Cortegoso, sobre la cinta de slackline. ANXO LORENZO
photo_camera Óscar Cortegoso, sobre la cinta de slackline. ANXO LORENZO

Una cinta y un par de árboles es todo lo que se necesita para practicar slackline, un deporte de equilibrio que consiste en caminar sobre una cinta elástica fija entre dos puntos. Dentro de esta disciplina existen varias modalidades, como el highline, que se practica a una altura mayor de 30 metros, o el trickline, que se basa en la realización de acrobacias utilizando la propia cuerda como trampolín.

Esta última es la modalidad en la que destaca el pontevedrés de 25 años Óscar Cortegoso, que en lo que va de 2022 es quinto, empatado en esta posición, en el ranking de la Asociación Internacional de Slackline (ISA). Lo que significa que solo hay cuatro personas que hayan puntuado más que él en las competiciones oficiales de la disciplina.

"Fue a raíz de colegas en el parque. Algún amigo llevaba la cinta, la ponía bajita y andaba, hacía un poco de equilibrio". Así es como Óscar se inició en el slack, antes de descubrir "lo que se podía hacer realmente". Esa parte vino en 2016 en el Street Stunts, un evento de nivel internacional que se celebró en Vigo. Allí fue donde se "enganchó" y comenzó a aprender de forma autodidacta mediante vídeos.

Tan solo tres años después de aquello, Cortegoso ya estaba en lo más alto de este deporte, ya que había participado en la Slackline World Cup Japan 2019. "En el mundial mi objetivo era no quedar último, porque ahí había demasiado nivel, pero quedé décimo tercero. Esa fue la mayor experiencia que viví con el slack", cuenta el rider pontevedrés.

Óscar Cortegoso realiza una acrobacia sobre la cinta. ANXO LORENZO
Cortegoso realiza una acrobacia sobre la cinta. ANXO LORENZO

Pero su éxito sobre la cinta no se quedó en ese año. "En 2019 fue cuando más gané a nivel de títulos. Quedé segundo en el europeo en Portugal y luego fui al Mundial por equipos de Múnich, en el que quedé sexto con mi compañero", explica.

Además, en 2019 también ganó un campeonato de waterline en Aragón, que se celebra sobre una piscina sobre la que caer libremente. De hecho, este año volvió a alzarse con este título con uno de sus mejores trucos: "Me tiré un triple backflip con el que, de hecho, me destrocé" por una mala caída, "pero como no me lesioné estaba súper feliz porque este truco lo hicieron solo dos personas en el mundo. Lo tiré y sigo vivo, así que estoy súper feliz".

FUTURO. Sobre la posibilidad de llegar a vivir del slackline, Cortegoso explica que "solo en competiciones es muy difícil, aunque seas el mejor del mundo". El pontevedrés explica que en la actualidad compite "y gano algunas competiciones internacionales, hago podios, pero así no voy a vivir de esto", explica.

En el Mundial de Japón el premio para el primero era de 10.000 euros, lo cual "está muy bien pero es algo que solo gana una persona al año". Además, Cortegoso añade que "normalmente los premios son de 200 o 300 euros" y que en muchas competiciones no se cubren todos los gastos del viaje.

Óscar Cortegoso realiza una acrobacia sobre la cinta. ANXO LORENZO
Otra acrobacia de Cortogoso durante un entrenamiento. ANXO LORENZO

De hecho, ese es el principal motivo por el que el pontevedrés no ha participado hasta la fecha en el otro campeonato mundial existente, que se celebra cada año en Stuttgart (Alemania). Pese a ello, sí que se plantea la opción de participar el próximo año.

Todo esto hace que sea difícil vivir de la competición, pero como indica Óscar Cortegoso, "haciendo escuelas para niños o, por ejemplo, dando shows en circos o en otros espectáculos sí que puedes vivir".

OBJETIVOS. De hecho, vivir del slack es su "principal objetivo". Por ello, dice que "seguramente" el próximo año se irá a trabajar en la Scuola Capverd, en Sevilla, una de las primeras escuelas de slackline de España. La escuela lleva poco tiempo y Cortegoso explica que allí impartirá "clases de slack y talleres para niños, como en cualquier otro deporte".

Pero al margen de lo profesional, para el pontevedrés también hay otro objetivo indispensable: "El de siempre, que es disfrutar, porque yo me enganché de este deporte por los viajes, la gente, el ambiente que hay. Hay muy buen rollo y eso te engancha, te da ganas de viajar más y seguir disfrutando, que es el objetivo".

La primera asociación de slackline en Pontevedra

El slackline es un deporte sobre el que no hay mucho conocimiento en Galicia, y por ese motivo, acaba de nacer en la Boa Vila la asociación Ponteslackline, de la que Óscar Cortegoso es presidente. "Casi nadie conoce el slackline. Entonces queremos dar a conocer esto y luego sería increíble fusionar la escuela, porque queremos llevar la escuela de Sevilla por España", explica.

La asociación realizó su primera actividad a finales de junio en A Estrada. "Era un evento de actividades urbanas y nos montamos nuestra primera competición con gente de aquí, de forma muy amateur". El evento tuvo muy buena acogida y ahora ya se preparan para el segundo. Para ello ya están trabajando con la Xunta y con la asociación Ocionautas de A Estrada. Este nuevo evento volverá a ser en la misma localidad que el primero y se celebrará en septiembre con motivo de la Feira da Xuventude.

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