Óscar Fernández se queda en el Pontevedra hasta final de temporada

El club no pudo darle salida en el último día del mercado de fichajes, donde sí acertó a cerrar el fichaje del extremo Pitu y la cesión de Samu Vilariño al Alondras

Óscar Fernández abandona el césped de Pasarón tras el derbi ante el Racing de Ferrol. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Óscar Fernández abandona el césped de Pasarón tras el derbi ante el Racing de Ferrol. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El Pontevedra CF no pudo dar salida a Óscar Fernández en el día del cierre del mercado. Pese a que la entidad le pidió hace varios días que se buscase equipo, finalmente no hubo acuerdo y  el cántabro seguirá a las órdenes del técnico granate, Jesús Ramos.

La permanencia de Fernández impidió cerrar alguna incorporación más por la falta de disponibilidad de fichas sénior.

PITU. El fichaje que sí pudo cerrar el Pontevedra fue el de Juan Carlos Fernández Pitu, que reforzará al club de cara a lo que queda de temporada. Un período en el que el equipo granate deberá reaccionar si no quiere quedarse fuera de la Segunda B Pro el próximo curso. El extremo zurdo valenciano llega a la Boa Vila procedente del Cornellà con la credencial de ser un jugador polivalente para la segunda línea del ataque: además de en su puesto natural de extremo izquierdo, se puede desenvolver también en el puesto de mediapunta y en la banda derecha.

A sus 20 años, Pitu cuenta con experiencia en Segunda B tras su paso por el Orihuela, donde actuó cedido por el Levante, club en el que se formó. Esta temporada estaba en las filas de la UE Cornellà, donde compartió vestuario con el exgranate Kevin Presa y en la que fue dirigido por el también exgranate Guillermo Fernández Romo. Sin embargo, el de Paterna no contó apenas con oportunidades. Y es que el jugador de banda no fue capaz de mantener el buen nivel que sí ofreció en el Orihuela y que le llevó a ser incorporado por un equipo que el pasado curso se quedó a tan solo 90 minutos de ascender a Segunda División.

Esta temporada, Pitu tan solo ha podido contar con algo más de 30 minutos de juego en liga. Un tiempo repartido en cuatro partidos, todos ellos como suplente. Además, en Copa del Rey jugó 60 minutos más –esta vez de titular–, contra el Club Deportivo Marino en primera ronda.

En los pocos minutos de Pitu en esta primera mitad de campaña ha influido notablemente una lesión de rodilla que le ha impedido estar disponible en las últimas semanas. De hecho, el futbolista se encontraba en la última fase de recuperación de su esguince del ligamento lateral interno en el momento del último partido del equipo, ante el Barcelona en Copa del Rey –a partir de aquel día, la aparición de varios positivos obligó a confinarse a la primera plantilla–. Por lo tanto, Pitu llegará a Pontevedra sin todavía estar del todo recuperado o con el alta médica recientemente obtenida.

Su fichaje recuerda y mucho al caso de José García, un jugador que el pasado enero era sub-23 y que se incorporó a la disciplina granate después de no haber tenido apenas oportunidades en el Atlético Baleares. En aquella ocasión, la apuesta de Carlos Pouso salió bien. Tanto es así que el PCF y José García han vuelto a coquetear para unir sus caminos.

De este modo, el alta de Pitu permitirá a Ramos disponer de más variedad para la segunda línea del ataque. Y es que el club pontevedrés se encontraba buscando a un jugador polivalente para el ataque. En un primer momento, la intención del club era incorporar a un delantero centro sub-23 ante el miedo a que la lesión de Rufo le apartase de los terrenos de juego durante un tiempo prolongado. Posteriormente, la entidad abrió al abanico a la llegada de un jugador capaz de jugar en varias posiciones de ataque. El PCF estuvo detrás de otras opciones que no pudo concretar –entre ellas, un jugador de un filial de Segunda–. Y finalmente, surgió la oportunidad de apostar por un futbolista que dejó una buena impresión en el Orihuela hace dos campañas.

El fichaje de Pitu provocó la marcha de Samu Vilariño. Aunque no jueguen en la misma posición y pese a que ambos podían convivir en la plantilla porque había fichas sub-23 libres, el delantero apenas había contado para Jesús Ramos hasta ahora. Y la llegada de un efectivo más para el ataque le iba a restar todavía más protagonismo. Por lo tanto, el club y el futbolista acordaron una cesión hasta el final de esta temporada al Alondras de Tercera División.

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