Óscar Graña: "Ahora tengo una marca de guerra en la cara que me quedará para el futuro"

Lleva 27 años remando en aguas de todo el mundo sobre un kayak. Aunque ha conocido lugares muy distintos, no duda en asegurar que como en casa en ningún sitio, como buen gallego, y preferir navegar por el río Lérez. Ahora que se acerca el momento de retirarse de las competiciones, tendrá que buscar otra actividad para compaginar con su trabajo en la ciudad como Policía Nacional

Óscar Graña. RAFA FARIÑA
photo_camera Óscar Graña. RAFA FARIÑA

Más de 25 años remando en aguas de todo el mundo y Óscar Graña se queda, sin duda, con las de Pontevedra.

Hola Óscar, por fin. ¿Qué tal?

Muy bien , vamos allá.

Para empezar, ya al grano. ¿Cómo es eso de acabar siendo campeón en un deporte en el que empezaste por pura casualidad?

Pues sí, muy por azar y, evidentemente, por esfuerzo, trabajo y sacrificio. Costó llegar hasta aquí pero es cuestión de compaginarlo con trabajo y demás. No me da de comer tampoco, es una afición que siempre he tenido, la cual practico y, cuando pueda, evidentemente, lo dejaré.

¿Cuánto tiempo llevas remando?

Uf, muchos. Desde los 14 años y tengo 41, así que unos 26 o 27 años.

Que se dice pronto...

(Risas) Sí, bueno, lo cierto es que llevo muchos años de piragüismo encima. Tuve la suerte de que los resultados en las competiciones se me han dado bien y ahí sigo.

¿Cómo se hace para compaginar las patrullas con el piragüismo?

Siempre intenté entrenar compaginándolo con el trabajo, lo que el tiempo me permite

Quizá sería más cómodo patrullar en kayak...

(Entre risas) Siempre hay la típica broma de que como estoy todo el día metido en el río, pues si ya tengo permiso de patrulla por el Lérez y con las últimas situaciones a las que me he enfrentado mientras entrenaba, la verdad es que estaría bien.

¿Todo esto te deja tiempo para tener pareja o hijos?

Uf (risas), no. No estoy casado, sí que tengo pareja, pero no tengo hijos. Sería bastante más complicada toda esta historia. Evidentemente, requiere mucho tiempo, muchas horas y teniendo además una vida laboral, hay que quitar el tiempo de otro lado.

Como bien has dicho, has estado en el lugar adecuado en el momento preciso en el Lérez. ¿Cómo se vive ser la persona que está justo ahí?

Bueno, situaciones complicadas. Hay que saber llevar la situación, controlar un poco los nervios, porque nunca se sabe cómo va a salir. La verdad es que las veces que me ha pasado, ha sido fructífero, pero bueno, es complicado. Los rescates en el río a veces acaban bien y otras podemos acabar los dos bajo el agua.

"El momento de retirarme del piragüismo es más cercano que tardío y no es algo que me vaya a costar"

 

¿Cómo es Pontevedra desde el agua? ¿O no te da tiempo a mirar las orillas cuando remas?

(Risas) Sí que da algo de tiempo. La verdad es que tienen el río muy bien cuidado, toda la zona muy bien acondicionada en lo que se refiere a la práctica de deportes al aire libre. Y lo que se ve desde el agua, A Illa das Esculturas, el paseo y toda esa zona, la playa fluvial y el camino hasta Bora, está realmente bien, siempre se ve gente paseando.

¿Qué prefieres, este agua o alguna de fuera?

Nada, como bien se dice en Galicia, como en casa en ningún lado.

A todo ésto, ¿qué tiene el piragüismo que los Nacionales lo practicáis de cabeza? ¿Os ponen positivos por hacerlo?

(Risas) No, yo creo que es un poco la parte más de enfoque de que el piragüismo es un deporte que te permite compaginar un poco los entrenamientos con la vida profesional. Otros deportes pueden no permitírtelo a nivel local y éste sí que lo hace. Además, si tienes unos resultados mínimamente buenos puedes ir llevando ambas facetas por un buen camino. Es algo diferente.

Quizá me meto en terreno pantanoso, pero ¿qué te pasó hace unas semana que apareciste con la nariz rota? Gajes del oficio nocturno, seguro...

(Entre risas) No, qué va. Fue un tema mucho más sencillo. Fue un golpe en la nariz mientras estaba entrenando. Estaba preparándome para el selectivo para el Campeonato de Europa y me vino una pala que se había partido a la cara y tuve la suerte de que dio con la nariz y no le pasó nada en al ojo. Ahora tengo un corte en la nariz que es bastante característico, que me quedará como marca de guerra para el futuro (risas). Una marca simpática que me va a quedar. Podría ser peor y no me quita el sueño.

Has dicho que está cerca la fecha de retirada de las competiciones. ¿Te va a costar hacerlo?

No, para nada (entre risas). En cuanto pueda, que está muy próximo el momento, se acabó. Yo ya conseguí todo lo que tenía que conseguir, he hecho todo lo bueno y todo lo malo que podía hacer y, con lo cual, no tengo ningún problema para dejarlo. Las cosas hay que dejarlas cuando llega el momento y eso está más que asumido y es más próximo que tardío.

Tocará buscar otra actividad para llenar ese vacío...

Sí (risas). La verdad es que siempre estoy bastante preocupado por el tiempo entrenando o trabajando, pero algo seguro que haré.

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