Óscar Guimeráns, el último caído en la temporada del gafe del Pontevedra Club de Fútbol

oscar.JPG
photo_camera oscar.JPG

En un entrenamiento, él sólo, sin un compañero que mediara en el incidente. Así llegó la lesión que padece Óscar Guimeráns. Hace creer en fuerzas maléficas, en un malde ojo, en un gafe persecutorio. La suya es la cuarta desgracia de larga  duración que afecta al Pontevedra en el comienzo del campeonato.

Óscar Guimeráns fue operado ayer en el Hospital Miguel Domínguez. En torno a las 9.30 de la mañana, el futbolista pontevedrés pasó por el quirófano para que le restauraran el metatarsiano de la quinta deda del pie izquierdo. Tiene para tres meses, más o menos.

En principio, el joven de Monte Porreiro saldrá hoy del centro de salud y comenzará la rehabilitación en su casa. Estará tres semanas con la zona inmovilizada. Después, empezará a caminar y a preparar su regreso a los terrenos verdes. Tal es la desgracia de Óscar Guimeráns que el destino parecía preparar su fractura. Llevaba cuatro partidos sin jugar la penas. En el último viaje ni siquiera fue convocado. Ahí empezó a gestarse todo.

El sábado a la mañana, cuando el conjunto viajaba, quedó a entrenar con los no citados para el desplazamiento a Guarnizo. Los demás hacían ejercicios de rehabilitación. él tenía que realizar un circuito físico. Ejecutó un giro en una seta y notó un chasquido. Le comunicó a Martín Ragg que dentro de su bota izquierda había algo que no funcionaba. El entrenador de porteros no le dio crédito al principio.

Pero finalmente tuvo que hacerle caso al rapaz. Ayer Óscar se mostraba “jodido, porque llevaba cinco partidos sin entrar en el primero equipo y, aún por encima, el día que no voy convocado, me lesiono solo. No es agradable. El consuelo que me queda es que tarde o temprano me iba a romper porque ese hueso estaba sobrecargado”.

Además de la familia, hasta media tarde de ayer visitaron al rapaz el mister Rafa Sáez y el doctor Alonso y lo llamaron Pablo Vázquez, Rafa Vidal, Duque y Caco.

Más en Deporte Local Pontevedra
Comentarios