Pablo Carnero hace saltar las alarmas en Pasarón

El máximo goleador del Pontevedra no entrenó este lunes y es seria duda para la disputa del partido de vuelta del 'play-off' contra el Haro. Anxo tampoco se ejercitó este lunes en el entrenamiento celebrado en el sintético de A Xunqueira
Luisito, con rostro de preocupación en el entrenamiento de este lunes en A Xunqueira
photo_camera Luisito, con rostro de preocupación en el entrenamiento de este lunes en A Xunqueira

Saltan las alarmas en el Pontevedra Club de Fútbol. Pablo Carnero podría quedarse sin jugar el partido de vuelta de la final por el ascenso contra el Haro Deportivo que se disputará en Pasarón. Los problemas físicos que azotan al delantero vigués desde que empezó la fase de ascenso podrían impedirle participar en el encuentro cumbre del curso. El jugador padece una microrrotura de fibras en el músculo oblicuo, situado en el abdomen. Los servicios sanitarios del PCF intentarán tratarlo para que pueda estar a punto para el sábado, pero en ningún caso podrá estar al cien por ciento de sus condiciones.

Carnero fue el único futbolista que no acudió al entrenamiento de este lunes que se llevó a cabo en el campo sintético de A Xunqueira. Los problemas musculares y en la rodilla de las anteriores jornadas de la promoción de ascenso que se han disputado le han restado protagonismo y eso ha afectado a los resultados y la producción ofensiva del cuadro de Pasarón en la promoción. Ahora las molestias se han trasladado a su abdomen.

La ausencia del ariete del once de Luisito no fue el único contratiempo en la sesión que se llevó a cabo este lunes. Anxo tampoco trabajó con sus compañeros, aunque en principio su problema reviste menor gravedad que la del delantero centro. El jugador explicó que se sentía sobrecargado en los abductores, pero se mostró optimista de cara al fin de semana, ya que dispone de varios días para recuperarse de su dolencia.

Si todo evoluciona con normalidad, el extremo izquierdo, reconvertido a lateral en los últimos partidos por exigencias del guión, podrá vestirse de corto en la cita definitiva de la temporada.

otra vez tocado. Pablo Carnero finalizará la presente temporada como la pasada, entre algodones. Fue la prolongación de la campaña 2013-14, en la que el conjunto pontevedrés disputó tres rondas del play-off -al igual que en la actual-, lo que le hizo concluir muy castigado, particularmente en el pubis y el abdomen. Así fue que el delantero se perdió la pretemporada y las primeras jornadas del presente ejercicio.

Cuando se recuperó, no abandonó la titularidad hasta el final del actual torneo de la regularidad. Debutó en la quinta jornada contra el Ribadumia, disputó media hora contra el Sanxenxo y luego encadenó 30 partidos como titular hasta que el once lerezano se adjudicó el título de Liga. Solo entonces descansó un encuentro, ante el Alondras, en la penúltima jornada.

Comenzó la promoción en la titularidad, ante el Mensajero. Y entonces llegó su calvario. El enfrentamiento ante los canarios finalizó con molestias musculares para el atacante vigués. Eso provocó que Luisito lo reservase en el banquillo en el duelo de vuelta contra los insulares. Carnero jugó el tramo final de la segunda parte y la media hora de la prórroga, pero se resintió de sus dolores.

Así fue que se perdió el enfrentamiento de ida contra el Manzanares. Luisito lo quería en perfectas condiciones para jugar la vuelta y no estaba interesado en forzarlo y perderlo para el resto de la fase. En el José Camacho de la localidad ciudadrealeña solo disputó diez minutos. Carnero volvió a la titularidad ante los manchegos en Pasarón y fue determinante en la generación de juego, ocasiones y goles en el enfrentamiento que permitió el pase a la final de los granates. Pero volvió a acabar castigado físicamente, esta vez en la rodilla.

El domingo pasado viajó a Haro con sus compañeros, pero no comenzó el choque de La Rioja. Salió desde el banquillo, disputó 20 minutos y colaboró con su presencia y su calidad a que el Pontevedra generase algunas ocasiones claras para superar al portero Javi Pérez. Otra vez finalizó el duelo maltrecho. Sin curar del todo la rodilla, pasó a padecer en el abdomen.

La evolución de la semana determinará si finalmente puede actuar en el envite de vuelta contra el Haro y, en caso de que lo juegue, en qué condiciones. De momento, la preocupación por el estado del máximo artillero del equipo está servida en el vestuario de Pasarón.

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