"Cuando pueda colgar la medalla, que está perdida con el equipaje, me daré cuenta de lo que logré"

Hace solo unos días que se proclamaba campeón del mundo de triatlón de larga distancia, pero no ha tenido ni un momento para descansar y continúa entrenando de cara al Challenge de Praga, en el que se medirá a su compañero Javi Gómez Noya. Pablo Dapena asegura sentirse en una nube, pero este título ha sido el fruto de muchos años de trabajo duro

El triatleta pontevedrés Pablo Dapena. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera El triatleta pontevedrés Pablo Dapena. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

LUCHADOR, humilde y cabezota son las palabras que mejor definen a Pablo Dapena. Este pontevedrés de 30 años acaba de proclamarse campeón del mundo de triatlón de larga distancia y asegura que «todavía estoy en una nube», pero ha cumplido un sueño en lo que es el mejor resultado de su carrera deportiva hasta el momento. Hasta que llegó a la meta en Odense (Dinamarca) no se dio cuenta de que había ganado con casi tres minutos de ventaja sobre el segundo clasificado, pero ahora sonríe feliz y satisfecho por lo que ha conseguido, pese a que su medalla todavía no está con él.

Ya pasados unos días después de haberse proclamado campeón del mundo de triatlón de larga distancia... ¿Cómo ve el título?

La verdad es que estoy muy contento, pero todavía no me lo creo. No he parado estos días entre llamadas, mensajes y todo... Estoy todavía en una nube, pero sí que poco a poco, cuando vas teniendo tiempo para descansar y ves las fotos, te das cuenta de que es verdad. También cuando me llegue la medalla y todo el equipaje, y me la pueda colgar, me daré cuenta realmente de lo que ha pasado.

Pero... ¿la medalla también está desaparecida? (Iberia no le entregó el equipaje en el que llevaba la medalla, toda su ropa y la bicicleta de competición).

Sí, la metí dentro de la maleta porque me conozco e igual me la dejaba olvidada en el aeropuerto. Entonces, preferí meterla en un sitio donde sé que va a llegar mejor que en la mochila de mano o así.

[Al cierre de la edición del martes de Diario de Pontevedra, Dapena no sabía nada de su equipaje. Sin embargo este miércoles usó su cuenta de Twitter para informar de las novedades]


Hay mucha gente que dice que su resultado ha sido una sorpresa, pero viendo lo que ha hecho esta temporada y como han ido estos últimos años no es tan extraño que esté en el podio.

Este año la temporada va muy, muy bien. Le he ganado a Patrick Lange, ganador de Hawái, o a Patrik Nilsson, que fue segundo en el último Ironman de Frankfurt (se celebró el 8 de julio). Son gente de muchísimo nivel y cuando tú les superas, la verdad es que te das cuenta de tu propio nivel. En Odense soñaba con estar entre los cinco primeros, pero ganar fue algo que no me esperaba. Al final, es el mejor resultado de toda mi vida y ojalá puedan venir más.

En una carrera tan larga (más de cinco horas) se le pasarían muchas cosas por la cabeza. Siempre fue en las primeras posiciones, pero el triatleta suizo empezó el sector a pie con una ventaja importante, ¿cómo se planteó esa situación?

El suizo empezó a correr con 30 segundos y creo que en el kilómetro cuatro ya lo había cogido, pero ahí sí que ya no sabía cómo jugar mis bazas. Estuve ocho kilómetros tirando de él, que venía detrás, hasta que decidí hacer un primer cambio que la verdad fue bastante rápido y me hizo creer que estaba hipotecando mi carrera por el desgaste tan excesivo. Más adelante hice otro cambio, lo dejé atrás y en los últimos kilómetros lo dejé atrás pero sabiendo que había una renta holgada. Me decían también que iba bastante fastidiado el suizo, pero creo que íbamos todos igual de cansados.

"Creo que fue la culminación de un camino que empezó con tres años, cuando mi madre me ‘tiró’ a la piscina"

 

Al llegar a la línea de meta miró varias veces hacia atrás, ¿qué se le pasaba por la cabeza al ver que llegaba primero y sin nadie detrás?

Realmente no sabía las referencias, me decían que les llevaba 40 segundos de ventaja, pero creo que eran bastante erróneas, así que tenía que apretar y al final fueron dos minutos y 30 segundos en meta. No sé quién me quería mentir, miraba hacia atrás para por lo menos celebrarlo. Ahora veo los vídeos y pienso que tenía bastante tiempo para celebrarlo de otra manera y con más tranquilidad. Al final, son las circunstancias de carrera.

Y lloró al llegar a meta...

Sí, algunas lagrimillas se me cayeron (risas). Suelo ser bastante duro para estas cosas, pero coronarte campeón del mundo no es algo que se pueda conseguir todos los días.

Este resultado deja atrás a toda esa gente que dudó de usted, que decía que era un triatleta del montón o que no iba a triunfar.

Sí, hubo bastante gente en su momento que simplemente decía ‘este nada bien, se defiende en bici, pero no corre’. Yo si algo tuve durante toda la vida en mi vinculación con el deporte es que siempre he sido bastante cabezón y me gustaba entrenar, independientemente de que saliesen bien o mal los resultados. Esta no es la recompensa al trabajo de solo este año, sino de muchos años atrás y del trabajo de todos los entrenadores que he tenido, a los que tengo que agradecerles haberme inculcado toda esa capacidad de trabajo y poder esforzarme día a día.

"Pocas veces he competido con Javi (Gómez Noya). Va a ser bonito y a ver si se le puede dar un mini susto"

 

Dicen que ya desde pequeño se pasaba mucho tiempo en la piscina para intentar mejorar. ¿Esa dedicación y ese esfuerzo le han ido ayudando en su vida?

Sí, al final es casi como una rutina diaria. Siempre me ha gustado el deporte, estudié una carrera vinculada al deporte y siempre me ha gustado ‘machacarme’. Cuando te tomas eso como un estilo de vida, tarde o temprano tienen que salir las cosas y por suerte desde hace dos o tres años están saliendo muy bien y el sábado ha sido la culminación a un camino que yo creo que empezó con tres años, cuando mi madre me tiró al agua de la piscina porque tenía asma y el doctor decía que era lo mejor que se podía hacer en ese momento.

¿Todo ese esfuerzo se lo intenta inculcar al grupo de entrenamiento que lleva?

Ellos creo que ya tienen bastante cogido ese estilo de vida. Yo soy el primero que les da mucho mérito, porque lo mío se puede decir que es muy fácil, porque solo me dedico a esto, vivo por y para esto, tengo descanso y ellos al final trabajan, tienen sus familias... Realmente, toda esa gente de los grupos de edad es la que da mérito a este deporte. Nosotros somos los que tenemos que aprender de ellos, no ellos de nosotros.

El cambio a la media y larga distancia fue un acierto, ¿no? ¿En qué momento tomó la decisión?

El cambio estaba ahí, siempre me decían que se me daría mejor, pero yo quería verme competitivo, quería aspirar a hacer Series Mundiales. He hecho dos, pero quería intentar estar ahí y poder ser un habitual en esa competición, aunque después quedase 30 o 40. Quería poder pelear con gente del nivel de Javi (Gómez Noya), Mario (Mola) o los Brownlee. El cambio fue a partir de la hernia inguinal, porque terminé ese año pudiendo estar entre los 60 o 70 primeros del ranking, lo que me daría paso al equipo nacional, ya que todavía tenía dos copas del Mundo en Corea y Hong Kong. Viajé pero no pude terminarlas y ahí sí que fue como el volver a empezar. Volví en un media distancia medio obligado por mi entrenador en Sanxenxo y a partir de allí seguí compaginando con la distancia olímpica. Ahora ya estoy más centrado y ¡no me puedo quejar!

"Aunque no sea en un Mundial, correr en casa siempre es especial. Creo que el ITU 2019 va a ser muy emocionante"

 

Tampoco se le están dando mal las distancias cortas, porque le vimos competir en Pontevedra en el Triatlón Cidade de Pontevedra y terminó ganando con solvencia.

Sí, al final mucho depende de la presión que tengas cuando compites. Yo voy muy liberado a entrenar y cuando compito. Voy a pruebas de super sprint o sprint con gente que está presionada solo para ello y yo voy a disfrutarlas y que salga lo que sea. A mí me gusta no perder la esencia de la velocidad y lo disfruto, y cuando disfrutas siempre salen bien las cosas.

¿Cómo va a ser competir en el Challenge de Praga con Javi Gómez Noya?

¡Va a ser bonito y duro! Pocas veces he competido con Javi y menos en una situación como esta, porque yo he subido un poco mi nivel y él sigue estando a un nivel estratosférico que no tiene nada que ver conmigo. Sí que es bonito ser compañeros de entrenamiento y ahora rivales compitiendo por un mismo objetivo. A ver si por lo menos se le puede dar un mini susto, porque va a ser bastante complicado que se le pueda ganar. ¡Hay que ser realistas en esto! (Risas).

Por último, ¿cómo será correr el Mundial el próximo año en Pontevedra?

Correr en casa siempre es especial, sea un Mundial o el Tríatlon Cidade de Pontevedra. La verdad que un Mundial, una competición de tantas horas, no sé como va a ser, pero creo que bastante emocionante e incluso con Javi, porque su presencia va a ayudar a que mucha gente de Pontevedra salga a la calle a animar. Los recuerdos que me vienen a la cabeza son del Europeo de 2013 aquí, que la ciudad estaba repleta de gente. Pocas veces he visto eso en el mundo y ojalá se pueda repetir. Que Pontevedra salga a la calle y nos lleve en volandas.

¡Y que haya un doblete!

Eso... ya cada uno que se coloque en la carrera como pueda (risas), pero ojalá pueda pasar. Eso ya sería el broche de oro.

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