Pablo Méndez, oro a la superación

Pablo Méndez (de amarillo), junto a su entrenador, José Manuel Santiago, en el gimnasio ABP Sport (Foto: Alba Sotelo)
photo_camera Pablo Méndez (de amarillo), junto a su entrenador, José Manuel Santiago, en el gimnasio ABP Sport (Foto: Alba Sotelo)

PONTEVEDRA. El Campeonato Interprovincial de kick-boxing 2013 se saldó con un buen resultado para Galicia en general y para Pontevedra en particular, especialmente para el gimnasio ABP Sport. Pablo Méndez, nacido en As Neves pero afincado en Pontevedra desde hace años, se alzó con la medalla de oro en la categoría de semi contact, para pesos entre 70 y 74 kg. Aparte de esta medalla, la delegación gallega cosechó otros oros, platas y bronces.

Con esta victoria, Pablo Méndez, de 33 años, se asegura una plaza en el Campeonato del Mundo de Kick-boxing, que se celebrará en Turquía en octubre, cumpliendo así una de sus máximas aspiraciones deportivas.

La historia de Pablo es uno de los ejemplos más paradigmáticos de amor por lo que se hace. Por sí solo, el título de campeón de España ya es un gran mérito. Pero este mérito se maginifica si tenemos en cuenta que su motivación es puramente deportiva y de superación personal, dado que no ha recibido recompensa económica alguna por su victoria. Esto es lo más habitual, ya que no suele haber premios económicos por victorias en campeonatos profesionales. "No me planteo vivir de este deporte, es más como un hobby, tengo mi trabajo aparte", confiesa. Es precisamente su trabajo lo que le ha ayudado desde siempre a practicar esta disciplina. Desde siempre le ha gustado el mundo del espectáculo, y su formación en danza ha sido vital para adquirir las cualidades necesarias, sobre todo equilibrio y elasticidad, que necesita para destacar en el kick-boxing.

Pese a lo que pueda parecer, la modalidad en la que se ha proclamado campeón, el semi contact, no es ni mucho menos agresiva. "Se trata más de técnica que de fuerza bruta", dice Pablo. Los combates se desarrollan sobre tatami, y no se busca el KO, sino el mayor número de puntos posible. Estos puntos se consiguen marcando mucho la técnica y la espetacularidad. "Es más como las películas de chinos de la televisión", explica. De hecho, él utiliza sus entrenamientos, entre tres y cuatro horas diarias, como "arma de desestrés". Según cuenta él mismo, es el único deporte con el que ha conseguido desconectar totalmente del mundo exterior, y centrarse exclusivamente en el combate.

Sus expectativas para el Mundial de Turquía son modestas, aunque no descarta pasar una o dos rondas, lo que ya sería todo un éxito dado el nivel de los competidores, sobre todo rusos y estadounidenses, los grandes maestros de este deporte.

Sin embargo, su victoria en el Campeonato Interautonómico le garantiza la plaza, pero son los propios deportistas los que tienen que costearse el viaje y el alojamiento. "Intentaremos buscar un patrocinador, pero, aunque no lo encontremos, vamos a ir igualmente. Es una enorme oportunidad de luchar con los mejores".

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