El PCF se pierde entre centros

Ante el Mérida, el Pontevedra batió su récord de envíos al área con 41: solo 7 fueron al compañero y uno rematado ► Los granates chutaron 5 veces, la primera y única entre palos, en el minuto 92
Alberto Rubio, que ejecutó 10 centros pero solo uno bueno, ante dos jugadores del Mérida. ADG MÉRIDA
photo_camera Alberto Rubio, que ejecutó 10 centros pero solo uno bueno, ante dos jugadores del Mérida. ADG MÉRIDA

Mucho balón, pero poco peligro. El Pontevedra Club de Fútbol vio cómo en Mérida se le agudizaba un problema que había mostrado por momentos durante el inicio de temporada, pero hasta su visita al Romano José Fouto no había sido tan palpable. Porque el conjunto granate acumuló mucho balón, pero no exigió al portero rival hasta el minuto 92. Fue en un córner que remató Rufo ya con la derrota por 2-0 prácticamente confirmada.

El remate a portería de Rufo fue el primero del equipo granate en todo el partido. Y el quinto en total, según los datos de Instat (que cifra seis, pero tiene en cuenta un mal centro desde tres cuartos de Yelko que fue entre palos y que atrapó Montoya sin dificultad). Una cifra demasiado baja para un equipo que llevó el peso del partido desde la posesión, pero apenas encontró remate. Y no fue precisamente –o únicamente– porque su circulación de pelota fuese previsible. Sino que más bien llegó por una alarmante incapacidad para transformar buenas situaciones en último tercio en finalizaciones. Es decir, el PCF llegó mucho, pero no encontró casi nunca a un compañero para culminar la jugada en, al menos, ocasión de gol.

Balones al área buenos en Mérida
Balones al área buenos en Mérida

Y es que la escuadra pontevedresa batió su récord este curso de envíos al área, entre centros y pases clave (aquellos que colocan a un compañero en situación óptima de remate, sean o no centros). Los granates enviaron un total de 41 balones al área con intención de finalizar, pero solo 7 encontraron a un compañero con la misma camiseta. Y únicamente uno –el de Rufo– fue rematado. Una sangría con la que el equipo de Pasarón empezó a perder el encuentro. Porque no era solo que el PCF no terminase sus ofensivas. Sino que siendo incapaz de hacerlo, daba una opción al Mérida para contraatacar.

De este modo, el desacierto en situaciones de centro –y la gran defensa del área del equipo romano– condujeron a dejar seco a un Pontevedra que, quizá, abusó de ese tipo de opciones como único mecanismo para hacer daño al rival.

Balones al área malos en Mérida
Balones al área malos en Mérida

Los datos individuales ante el Mérida lo dicen todo: entre Rubio (10), Álex González (7), Bastos (6), Oier Calvillo (4), Guèye (3), Yelko (3), Jaichenco (2) y Brais (1) colocaron 36 de los 38 centros –sin contar el balón parado– del equipo ante el Mérida. Pero solo 3 encontraron un receptor adecuado. Demasiado lastre. Aunque cuando el desacierto individual se extiende de esa manera, quizá se debe también a cuestiones colectivas que el Pontevedra debe analizar para mejorar y evitar seguir perdiéndose entre centros.

"Podíamos ceder la espalda o las bandas. Preferimos lo segundo"

El técnico del Mérida, apuntó que su equipo permitió al PCF atacar por fuera porque sus jugadores "defienden bien el área"

El Pontevedra atacó y atacó por fuera en el Romano. El conjunto granate tiene como virtud el ser capaz de profundizar por las bandas y encontrar situaciones propicias de centro. Pero al Mérida pareció importarle poco eso. Es más, lo favoreció. Porque según explicó al término del encuentro el entrenador del equipo local, Juanma Barrero, el plan de partido de los suyos pasaba por favorecer esos envíos desde los carriles exteriores.

"Al final las posibilidades eran entregar las espaldas de los mediocentros donde podía recibir Bakero, Charles, girarse y atacarte la última línea o las bandas donde ellos podían sacar centros y defender nuestra área. Hemos optado por lo segundo, es decir, entregar un poco las bandas y defender el área porque creo que ahí somos fuertes", explicó Barrero.

"Mis jugadores han luchado, han robado, han transitado, han defendido bien el área y, pese a la angustia que nos han provocado con sus centros, hemos logrado salir airosos. Hemos jugado bien con su defensa adelantada y el segundo gol nos ha dado mucha moral y hemos empezado a recuperar la posesión de la pelota hasta el final", concluyó el preparador local.

Diagnóstico

Mientras los rivales detectan los problemas del PCF, Antonio Fernández también ha apuntado en las últimas fechas hacia la falta de concreción en esos metros finales para culminar las jugadas. Y el pasado sábado volvió a señalar hacia ahí, al asegurar que al equipo le faltó "maldad", ya que generó "acercamientos con verdadero peligro" y tuvo "muchas llegadas a línea de fondo". Unas palabras muy similares a las que pronunció justo después del choque ante la Balona –que acabó con 0-0– de hace ocho días: "Llegamos con facilidad por banda, pero nos falta ese salto de calidad para materializar las ocasiones".

Un diagnóstico similar tiene también el plantel granate. Mario Ortiz, Bastos, Oier Calvillo o Charles apuntaron al término del encuentro hacia que el equipo granate tiene que "elegir mejor" para transformar sus llegadas en goles.

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