El próximo domingo, a partir de las 12.00 horas, en Pontevedra, el Marín Peixegalego comienza la temporada de Primera Nacional contra el Arxil Mafari. El conjunto marinense afronta una campaña que marca el cambio de dirección adoptado por el club, que ha dado un giro de 180 grados para apostar por el baloncesto femenino.
El cuadro entrenado por Pedro Fernández intentará ser competitivo desde el inicio. Un colectivo muy joven, con mucha versatilidad y llamado a jugar a toda velocidad intentará poner contra las cuerdas a los favoritos del sector gallego del grupo 1.
Después de meses de incertidumbre, los clubes todavía no disponían ayer de los protocolos antiCovid19 que han de emplear. La previsión es la de que las jugadoras deban realizar pruebas y no saltar a la cancha con mascarilla.
El calendario se ha reformulado y la estructura de la competición, también. Lo que en un principio iba a ser un grupo con gallegas y rivales de otras federaciones autonómicas, ahora se ve transformado en dos fases. En la primera, se medirán los conjuntos de la misma demarcacion territorial en una liguilla a doble vuelta, contra el mismo rival en dos fines de semana seguidos.
RIVALES. Los adversarios del Peixe serán el propio Arxil Mafari (debut y segunda jornada de derbis), el Carmelitas de Ourense, claro favorito, el Peleteiro de Santiago y el Seis do Nadal de Vigo.
El equipo de Marín está formado por Carmen Parada y Lara Otero (bases), Kely Reguera, Iria Otero y la juvenil Ángela (también jugadoras exteriores), Laura Fontán, que puede actuar de alero o ala-pivot, y las interiores Cris Freire y Paloma Yebra. A ellas se podría sumar un último fichaje que está a punto de cerrar el club y las jugadoras juveniles que han trabajado durante la pretemporada a las órdenes de Fernández.
"Han entrenado como bestias", destaca el técnico antes del comienzo del curso. Sabe que será un año de aprendizaje, para ir madurando en la categoría. "La jugadora de más edad tiene 21 o 22 años", explica el preparador vigués, que no descarta alguna incorporación más con la competición iniciada, pero cree en las pupilas de que dispone ahora. "Van a tener que dar un paso adelante y asumir responsabilidades".
El conjunto marinense se propone realizar un juego intenso y dinámico. "Intentaremos practicar un baloncesto moderno, en el que todas las jugadoras puedan actuar dentro o fuera de la zona en función de las ventajas físicas, técnicas o tácticas de que dispongamos", comenta. Las limitaciones de centímetros del colectivo dictarán el estilo.
"Vamos a jugar con velocidad, con cuatro abiertas y una jugadora interior. Tenemos dos bases eléctricas, que nos deben ayudar. Hay que correr y para eso vamos a apretar mucho en defensa", comenta el responsable del banquillo del Peixe. Defender y correr, intensidad y velocidad para convertir la carencia de centímetros y años en virtud.
