Deporte Local Pontevedra
El Peixe negocia con un inversor para jugar en Oro
El Marín Peixegalego vuelve a reeditar sus pasos. Tres años después de descender administrativamente a EBA por un supuesto defecto de tiempo y forma en la entrega de la documentación, el club marinense se enfrenta de nuevo a una caída en su estatus baloncestístico. Esta vez puede que más pronunciada, ya que podría acabar con la institución en Liga EBA o incluso en Primera Nacional.
Ayer a las 13.00 horas se agotó el plazo para presentar toda la documentación necesaria para la inscripción de la entidad en LEB Oro, la categoría que por derecho deportivo le pertenecía (fue colista en la temporada inconclusa, pero no se aplicaron descensos). El club decidió pelear hasta el final por participar en esta división y, por ello, pagó en su momento los 36.000 euros de inscripción. Sin embargo, la entidad marinense no pudo disponer a tiempo de los 150.000 euros en concepto de aval. A pesar de que fuentes próximas al club apuntaron que las negociaciones con un inversor estadounidense ligado como jugador al baloncesto europeo estaban cerradas, finalmente la operación no se pudo concretar a tiempo para depositar el dinero.
De este modo, el Peixe no ha podido cumplir con uno de los requisitos imprescindibles para ser autorizado a inscribirse en la competición (según recoge el artículo 126 del Reglamento General de Competiciones) y constará como "no inscrito" al haber "desistido", pues en ningún momento renunció voluntariamente a sus derechos deportivos.
Ahora, el Peixegalego se enfrenta a la posibilidad de sufrir uno o varios "descensos" administrativos. Una vez se analicen los papeles presentados, el Marín no estará considerado como un equipo con derecho deportivo a participar en Oro con la documentación en regla. Tampoco será un club sin derecho deportivo (de inferior categoría a Oro) que ha presentado la documentación dentro del plazo previsto. Eso le llevará directamente a un tercer grupo de clubes que parten con una preferencia inferior para lograr un puesto en las categorías de ámbito nacional.
La entidad debe esperar ahora una vacante en LEB Plata o Liga EBA, divisiones en las que en principio no cuenta con prioridad de plaza
Es decir, a día de hoy, el Peixegalego dependería de lo que suceda con posibles plazas vacantes para reclamar un puesto en LEB Plata o Liga EBA. De no existir estas vacantes o solicitarlas equipos con más preferencias, caería directamente a Primera Nacional, una categoría dependiente de la Federación Galega y en la que tendría plaza asegurada, arrastre mediante de otro conjunto hacia la categoría inferior.
En este sentido, falta por ver qué decisión toma la Federación Española. En principio, su normativa establece un supuesto de apertura de un "plazo específico que no podrá exceder los diez días" para que los equipos que no han presentado correctamente la documentación "puedan presentar solicitudes para cubrir las vacantes que puedan llegar a resultar".
Así, a día de hoy, el Peixegalego estaría condenado a quedarse muy lejos de LEB Oro, una categoría que pudo retener gracias a la desgraciada pandemia, pero a la que no ha podido llegar "por los pelos" en materia económica, según parece.
