76-61. El Peixegalego arrolla al líder

El Marín Peixegalego exhibió músculo ante el CD Estela en su quinta victoria de la temporada (76-61). Músculo y talento. Pero, sobre todo, músculo. El equipo marinense cimentó en una magnífica defensa en la segunda mitad su triunfo frente al líder, que dejó atrás su condición, ahogado en su propio desacierto. 

El equipo azul no vio peligrar el triunfo. Los visitantes encestaron 18 puntos en toda la segunda mitad. Con su estrella, Norris, muy vigilada, y con unos colegiados permisivos en la batalla cuerpo a cuerpo, se quedaron sin capacidad de reacción.

Por primera vez en la campaña, los de Llorente dominaron el rebote (recogieron 41 rechaces y solo concedieron cuatro capturas ofensivas a los santanderinos) y también el juego interior, en el que Pantín y Vashil Fernández batieron a sus pares.

El bloque local dominó el rebote y tuvo en Badmus y Pantín a sus jugadores más valorados

Los cántabros estuvieron por delante la mayor parte del primer cuarto, amparados en el excelente nivel de Norris y Sutina, sus dos elementos más brillantes.

Pero su festival encontró respuesta en la variedad de recursos de los hombres de Llorente, que se apoyaron en Vashil Fernández y Pantín para recuperar el terreno perdido. Pinceladas de Gregory y Orellano permitieron al cuadro de Llorente dar la vuelta al resultado y pasar de un 16-21 a un 26-21 a falta de un minuto para cerrar el vibrante primer cuarto.

Un último ramalazo de calidad de Norris desde la línea de 6.75 dejó el 28-26 al final de los diez minutos iniciales.

La orgía ofensiva prosiguió al comienzo del segundo acto. Pantín siguió danzando de espaldas al aro rival sin que ninguna pareja fuese capaz de seguir sus pasos. Dos acciones suyas acercaron a su equipo a los diez puntos de renta (36-28) e iniciaron un intercambio de golpes en el que Norris y Sutina mantuvieron en el encuentro a los santanderinos.

El Peixegalego tenía problemas para ofrecer buenas posiciones de lanzamiento para Gregory, que sin embargo aprovechaba su amenazante bote para generar espacio para sus compañeros. Ello y la inteligencia y puntería de Romero permitían al Peixe contener los intentos de remontada cántabra e irse al descanso con tres puntos de margen.

El conjunto de Marín secó a la estrella visitante, Norris, en la segunda parte

En la segunda mitad Llorente exigió máxima concentración en la defensa sobre Norris. El Estela intentó dar mayor utilidad a su juego interior, pero no pudo producir desde posiciones cercanas al aro, castigado por la intensidad defensiva marinense.

El duelo amenazó con romperse en los primeros cinco minutos de la reanudación, en los que los puntos santanderinos fueron lluvia en el Sahara, pocos y sin continuidad. La organización defensiva de los locales secuestró el talento de Norris y el Peixegalego se escapó al final del tercer cuarto (60-50).

Mientras el Estela intentaba hallar respuestas a los enigmas defensivos planteados por Llorente, los exteriores del cuadro de Marín percutían el aro rival y fomentaban la desesperación rojilla.

Badmus, despistado unas veces, precipitado otras, genial en la mayoría, volvió a ser definitivo en el último cuarto para redondear el claro 76-61 para su escuadra.