ATLETA POR casualidad. Así llegó Luis González a estar entre los mejores de España en lanzamiento de martillo. Hoy, retirado del deporte, guarda con cariño las medallas en su habitación, como recuerdo de lo que en su día fue su día a día.
¿A quién hay que echarle la culpa de que dedicases gran parte de tu vida al lanzamiento de martillo?
Al Padre Simón, del San Narciso. Hice unas pruebas en el colegio y ahí me quede. Fue una casualidad. Yo en el colegio jugaba a fútbol, pero a él no le gustaba, así que nos fue pasando a todos por el atletismo y una cosa lleva a la otra y...
Una cosa lleva a la otra y caes en la Selección Española. Eso no es casualidad.
No. Fui superándome día tras día y me pasaron a otro entrenador que se especializaba en lanzamiento de martillo. Recuerdo que eran entrenamientos duros, pero el plan de técnificación de la selección española permitía llevar a aquellos que empezaran a destacar y acudí a varias concentraciones. Allí se llegaba a hablar de campeonatos del Mundo, de Europa... te preparaban para ello.
"Nadie te prepara para la retirada del deporte y creo que haría falta ayuda psicológica para ayudarte a ello"
¿Qué recuerdos tienes de aquella época?
Buenos. A pesar de que eran entrenamientos muy duros, allí te juntabas con deportistas de otras ciudades, hacías amigos... era una forma de vida. Estabas con gente que compartía los mismos sentimientos que tu. Pero sigo diciendo que era duro.
Eso son palabras mayores... Eso supondría muchas clases de colegio perdidas en un niño de 16 años...
(Risas) La mayoría eran en fechas vacacionales. El problema no era perder clase, eran otras cosas.
¿Como que?
(Se ríe) Es que llegaba muy cansado de los entrenamientos, y lo de estudiar para los exámenes como que no me motivaba...
¿Dónde se guardan las medallas?
Pues son nueve nacionales y cerca de 50 de campeonatos gallegos, así que tengo una vitrina sólo para tanta medalla.
Ahora tienes 25 años y ya estás retirado... ¿Cómo se asimila una retirada tan temprana?
Fueron momentos muy difíciles. Uno pasa de estar entrenando durante tres años en el centro de tecnificación unas nueve sesiones a la semana a no entrenar nada. Es un proceso complicado. Creo que falta ayuda psicológica para preparar al deportista para esa futura retirada. Yo opté por prepararme para el futuro laboral. Pero hay deportistas que no lo tienen tan claro y nadie te prepara para la retirada, porque es un cambio muy brusco.
¿Y ahora qué? ¿Qué hay después del deporte de alto nivel?
Estudiar todo lo que no hacía antes (se ríe). Hay gente que busca el futuro ligado al deporte, yo me fui por otra rama. En España es muy dificil seguir ligado al deporte y vivir de eso. Casi todos los entrenadores tienen su trabajo. Nadie se puede comprometer con nadie. Entrenar es un hobbie, aunque debo decir que para mi es uno de los mayores errores que existen. Debería haber una profesionalización.
¿Cuántas veces te han dicho por la calle eso de: oye, ¿cuándo vuelves a ponerte las deportivas y a lanzar el martillo?
Uff... no te imaginas. Muchas, muchísimas. Siempre lo escucho, pero ahora es complicado, tener una rutina de entrenamiento estricta.
Aún eres joven, tienes tiempo... ¿No te pica el gusanillo?
¡Pues claro que pica! A veces me paro a pensarlo y...
Dicen que el que tuvo retuvo.
Sí, pero es demasiado sacrificio. Ahora si tengo un rato entreno para no perder del todo. Pero no me planteo vivir de ello ya.
¿Recuperas ahora el tiempo perdido?
Sí, claro. Ahora es tiempo de ver los toros desde la barrera. De estar con los amigos... Ahora tengo una vida normal (se rie), busco mantenerme en forma y sobre todo recuperar de las lesiones que deja el deporte a esos niveles.
Igual es momento para retomar el fútbol que dejaste a medias.
No, no. Eso está olvidado ya. Ahora lo veo por la tele. Soy del Celta y me gusta verlo, pero de ahí a practicarlo...
¿Te ha beneficiado el deporte de cara al futuro? ¿Has podido aprovecharlo?
El deporte te abre muchas puertas. Aquí en Galicia, el DGAN, o a nivel nacional cualquier beca que dan, te exponen a carreras que de otra forma es más complicado. Eso siempre beneficia. Pero aún así, la carrera laboral me la he tenido que labrar yo.
¿Has cambiado la forma de ver el deporte?
Sí, bastante. Antes lo vivía desde dentro y sólo pensaba en entrenar. Hay que tener mucha suerte para vivir sólo de esto. Ahora lo disfruto de otra forma, lo hago para divertirme.
