El segundo entrenador del Poio Pescamar, Santi Rodríguez, reconoció que la ausencia de Manu Cossío en el banco se notó durante el choque: "Por supuesto que se notó, porque él es quien está en el día a día con el trabajo. Se notó sobre todo para gestionar estos minutos finales".
Precisamente sobre ese último tramo del encuentro apuntó: "Con el 3-2 no interpretamos bien ni el ataque ni la defensa. Queríamos seguir igual y ahí es cuando había que parar un poco, intentar tener posesiones más largas y hundir un poco a la defensa".
Por todo ello, Rodríguez destacó que el sabor de boca que queda tras un empate que se pudo convertir en victoria o incluso en derrota es "malo" porque "hay que ganar en casa a un recién ascendido". "Sabíamos que nos iban a plantear este partido de correcalles, pero no supimos leerlo. Encajamos dos goles que no deberíamos haber encajado", destacó.