El podium es el lugar natural de Óscar Graña, Ramón Ferro, Tono Campos y Álvaro Fernández Fiuza en los certámenes internacionales de maratón. Un oro, una plata y un bronce fue el balance de los representantes pontevedreses en la última jornada de los Campeonatos de Europa que se clausuraron este domingo en la localidad lusa de Ponte da Lima.
El C-2 volvió a hablar gallego con la victoria de los grandes rivales de Graña y Ferro, el grovense Tono Campos y el oleirense José Manuel Sánchez. Por su parte, Fiuza y el asturiano Walter Bouzán no pudieron en el sprint final con la pareja húngara formada por Broso y Solti. Ambas pruebas estuvieron cargadas de sobresaltos para los deportistas pontevedreses que condicionaron su resultado final. Álvaro Fernández Fiuza y Walter Bouzán se llevaron la plata en K-2 después de una espectacular remontada.
El problema para el dúo español fue el hecho de tener que actuar a contrapié desde que, mediada la segunda vuelta, se rompiera la pala de Bouzán. Además, tanto el pontevedrés como el asturiano cayeron al agua. Las dificultades les hicieron perder cerca de dos minutos con respecto a los primeros clasificados de la prueba.
A pesar de la rotura de la pala de Bouzán, la pareja del pontevedrés y el asturiano se quedó a solo un segundo y medio del oro
Sin embargo, y después de dos cambios de pala de Bouzán, el dúo se rehizo, incrementó su ritmo y redujo diferencias con la cabeza hasta alcanzarla en una fabulosa demostración de poderío.
En el tramo final de la prueba se formó un grupo con cuatro embarcaciones que llegaron al último porteo con opciones. En los metros definitivos, los magiares hicieron valer su mayor velocidad y su menor desgaste con respecto a los hispanos y los vencieron por un segundo y medio. En el caso de Graña y Ferro el incidente que sufrieron poco después de la salida los apartó de la lucha por el triunfo.
Antes de llegar a la primera boya, la pareja checa arremetió con violencia contra la canoa del pontevedrés y el arousano y los sacó de su trayectoria natural, de modo que superaron la baliza por la izquierda, lo que les supondría la eliminación de la prueba. Ante tal circunstancia, debieron detenerse, dar marcha atrás y volver a pasar la boya por el costado derecho. Cuando reemprendieron la marcha, se vieron en posiciones muy retrasadas y con una desventaja prácticamente imposible de recuperar con respecto al dúo húngaro y el formado por Tono y Sánchez, que por delante se ponían de acuerdo para marcar un ritmo adecuado que impidiese la aparición de nuevos rivales.
Tono Campos y José Manuel Sánchez vencieron en C-2 después de batir a la pareja húngara en el sprint final de la prueba
Graña y Ferro remontaron y fueron superando a rivales hasta alcanzar a la pareja polaca formada por Borgiel y Bluza, que ocupaba el tercer lugar.
El bronce se decidió en la última vuelta, cuando se produjo el cambio de ritmo definitivo del dúo pontevedrés. Los polacos fueron incapaces de reaccionar con garantías al acelerón y Graña y Ferro se escaparon con diez segundos de margen que fueron definitivos para que lograsen el bronce.
Por delante, Tono y Sánchez debieron esperar a los últimos metros para desembarazarse de la vigilancia de los magiares Kövér y Docze y alzarse con el oro.
