El Pontevedra, contra el Castilla y contra la ‘Braisdependencia’

Abelenda deberá cumplir un partido de sanción por la roja directa que vio ante el San Fernando y el Pontevedra lo perderá ante el Castilla ▶ El equipo todavía no ha sido capaz de marcar ningún gol este curso en los minutos en los que el mediapunta no ha estado en el césped
Brais Abelenda, del Pontevedra CF, trata de controlar el balón mientras es agarrado por Sergio Ayala, del San Fernando. RAFA FARIÑA
photo_camera Brais Abelenda, del Pontevedra CF, trata de controlar el balón mientras es agarrado por Sergio Ayala, del San Fernando. RAFA FARIÑA

El Pontevedra no podrá contar con Brais Abelenda en el partido del próximo domingo (12.00 horas, Di Stéfano). El juez único de Competición ha determinado que la tarjeta roja que vio el futbolista de Val do Dubra ante el San Fernando es constitutiva de un único partido de sanción, por lo que el futbolista no estará disponible para medirse al Real Madrid Castilla, pero sí podrá jugar el siguiente encuentro, contra el Fuenlabrada.

De este modo, el PCF se quedará sin uno de sus futbolistas imprescindibles en materia ofensiva. Y, al igual que hizo el pasado domingo para vencer al San Fernando, deberá buscar una nueva vuelta de tuerca y reinventarse para aprender a atacar sin el 8. Porque el conjunto granate tiene este curso una dependencia máxima de Brais Abelenda.

Así lo dicen los datos. Sin el mediapunta en el césped, el conjunto granate todavía no ha logrado ver puerta. No es solo el hecho de que Brais haya marcado el 25% de los tantos del equipo (dos) y participado directamente en otros tres –Rufo marcó ante el Talavera cazando el rechace a un tiro suyo y asistencias a Martín Diz en el 1-1 ante el Celta B y el 2-0 contra el San Fernando–. Es que en los cerca de 180 minutos que se ha perdido este curso el coruñés, el PCF fue incapaz de marcar un solo tanto.

Abelenda faltó por primera esta campaña en la jornada cinco. Una sobrecarga le hizo ver desde el banquillo el encuentro ante la Balona, en el que el Pontevedra perdonó alguna buena ocasión en el primer tiempo, cuando pudo transitar. Ya en el segundo acto, en un contexto de ataque mucho más posicional, el equipo de Antonio se atascó. A esa ausencia de fluidez contribuyó seguro la falta de Abelenda, el futbolista más capaz del equipo a la hora de crear y ocupar espacios por su habilidad para flotar entre líneas.

Esas molestias musculares le hicieron empezar desde el banco también en Mérida, en la siguiente jornada. Cuando saltó al césped, al inicio de la segunda mitad, el equipo ya perdía 1-0. Brais no pudo contribuir a cambiar la dinámica del equipo, que acabó encajando el segundo y sin apenas encontrar soluciones para llegar a la meta rival, más allá de un cabezazo de Rufo a la salida de un córner en el tiempo añadido.

 

La jornada siguiente, contra el Linares, el Pontevedra también se quedó seco. No encontró el tanto en los 88 minutos de Brais sobre la hierba de Linarejos pese a disponer de un pequeño puñado de buenas ocasiones. Y cuando fue sustituido, tras el 1-0 del rival, tampoco.

Aquellos escasos minutos fueron los últimos sin Abelenda en el campo hasta los del pasado domingo. Porque Brais jugó todo y fue importante ante el Celta B con la presión para provocar el error de Javi Domínguez y la inmediata y citada asistencia a Diz. Tampoco resultó sustituido en el desastre de León, en el que su presencia no ayudó a cambiar el tétrico guion de partido.

Pese a ello, su aportación al caudal ofensivo seguía siendo evidente y Antonio Fernández lo mantuvo en el once contra el San Fernando. Actuó de mediapunta. Y en un contexto de juego directo y contragolpe, aportó la clarividencia necesaria para modificar de carril el juego en los dos tempraneros goles del Pontevedra. En el primero con un cabezazo. En el segundo, con un cambio de orientación que fue un verdadero pase de gol a un Diz que terminó de cocinar la jugada. Otras dos dianas con él en el campo. Y cero sin él, pues una entrada tardía en una presión sobre Lanchi le mandó al vestuario a los 76 minutos. En ese contexto, el Pontevedra bastante tuvo con defender.

Ahora, el conjunto granate se enfrenta a 90 minutos sin su faro ofensivo. Jon Bakero, Yelko Pino u Oier Calvillo –pasando a Alberto Rubio a la mediapunta– surgen como posibles sustitutos del dubrés. Nadie como él hasta ahora. Pero el Pontevedra debe aprender a inmunizarse a la Braisdependencia.

El pasado curso, también clave

Lo cierto es que esta trascendencia de Abelenda en el juego del equipo granate no ha surgido este curso. La temporada pasada, con el paso de los partidos, Abelenda acabó siendo prácticamente el futbolista más fundamental del juego de ataque del Pontevedra. Abelenda fue clave por esa citada capacidad para conectar el centro del campo con la línea más ofensiva del equipo. Además, fue el tercer máximo goleador con 10 tantos, a los que sumó 9 asistencias.

Más allá de esas cifras propias, sin Abelenda en el campo el PCF sí encontró gol, aunque no de manera constante. El dubrés acumuló unos 2.638 minutos de juego y tan solo se perdió dos partidos, aunque únicamente completó 11. En el tiempo en el que el equipo no contó con él en el césped llegaron 12 de los 66 tantos del equipo. Es decir, un 18,2% del total. La gran mayoría únicamente sirvieron para redondear triunfos. Pero el Pontevedra también fue capaz de anotar dianas trascendentales sin la ayuda del 8. Ante el Arenteiro marcó dos para empatar, frente al Coruxo encontró el 2-1 definitivo, contra el Avilés el 3-2 y en el campo del Ceares marcó el 1-2 y el 1-3 con el coruñés ya en el banco. La Braisdependencia afectó. Pero el cuadro pontevedrés acabó generando anticuerpos contra ella el pasado curso.

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