El Pontevedra cayó de forma contundente en su visita a la Segoviana. El equipo lerezano, siempre incómodo sobre el césped de La Albuera, pagó caros sus errores. Anel, en el minuto dos, golpeó a un bando pontevedrés sin intensidad ni capacidad para arbolar un plan de juego. Eder dispuso de la única acción de peligro antes de un descanso que no cambió nada. En el segundo tiempo los pupilos de Luismi Areda siguieron sin ser capaces de igualar la intensidad del cuadro gimnástico y Fernán, con dos dianas en el tramo final, mató el encuentro. La derrota, preocupante por la falta de reacción que mostró el equipo, rompe la buena racha de dos victorias a domicilio y cuatro partidos sin perder y deja al Pontevedra más cerca del descenso. El margen con el puesto de promoción es de tan solo un punto.
Una intensa nevada tiñó de blanco la capital segoviana, dibujando un paisaje invernal que puso en duda la celebración del encuentro. La mejora en las condiciones meteorológicas consiguió que la nieve se fuese derritiendo con el paso de las horas.
La nieve que cayó de noche y por la mañana en Segovia sembró la incertidumbre sobre la encuentro
El Pontevedra, aún sin hielo sobre el terreno de juego, se congeló en el inicio. El conjunto lerezano firmó una horrenda puesta en escena que el cuadro local apenas tardó dos minutos en castigar. A la salida de un córner, Fernán desarboló al equipo sin que ningún defensa saliese al corte y habilitó en el segundo palo a Anel, que cabeceó casi a ras de suelo el esférico al fondo de la red. El enérgico inicio no fue una sorpresa, repetida la necesidad de contener el arranque del conjunto de Abraham González. El Pontevedra, incapaz de trenzar una jugada sobre un césped demasiado alto, sufrió en los minutos posteriores al mazazo, cediendo hasta cuatro saques de esquina casi consecutivos, todos ellos generados por la banda izquierda. Los desajustes defensivos, con constantes desequilibrios en el regreso de los carrileros Marcos Álvarez y David Castro, fueron sofocados por la precipitación de Dani Calleja y Fernán a la hora de tirar los desmarques.
El desorden imperó en las filas de un cuadro lerezano sin capacidad de inquietar a su contrincante hasta llegar a la media hora de partido. Eder, con un cabezazo de espaldas que salió por encima del larguero tras un primer remate fallido, firmó la primera aproximación de un Pontevedra que siguió plagado de dudas para sacar el balón desde la defensa. Sin embargo, la doble ocasión del ariete vasco tan solo fue un espejismo. Los pupilos de Luismi Areda mejoraron de forma leve conforme se acercaba el descanso, aunque siguieron sin encontrar un referente en el centro del campo que fuese capaz de compactar al equipo para neutralizar el juego duro y más intenso de la escuadra azulgrana. Dani Arribas, al filo del intermedio, pudo volver a golpear al equipo foráneo con un remate demasiado cruzado tras un mal despeje de Nacho López.
El equipo de Luismi salió sin intensidad al partido y se vio por detrás en el marcador desde el minuto 2
Tras el intermedio, el duelo continuó por los mismos derroteros. El bloque locatario aplicó la misma receta para maniatar a un Pontevedra errático en los centros laterales. A la salida de un córner, de nuevo en el desorden de la segunda jugada, el poste salvó al equipo de Luismi Areda. Dani Arribas estrelló su potente chut contra la madera y Kevin Presa, en el barullo por el rechace, consiguió despejar sobre la línea de gol. La réplica visitante, con un chut de Mouriño a centro de Añón que fue repelido a córner, dibujó un cambio de escenario en el que la Segoviana empezó a bajar en el plano físico. El entrenador olívico trató de dinamizar a su equipo dando entrada a Jorge Hernández por un desesperado Mouriño, ya amonestado, y a Jimmy, de regreso tras superar sus problemas físicos, en detrimento de David Castro.
El Pontevedra echó el resto en el tramo final. Sin florituras, desterrando la idea de jugar el balón desde atrás, embotelló con envíos largos al equipo castellano y leonés. A balón parado la tuvo Álex Fernández, pero Pablo consiguió estirarse para salvar el empate. Justo después de que Luismi Areda se la jugase al pasar a defensa de tres tras dar entrada a Iván Martín por David Goldar, la Segoviana asestó el segundo golpe: una fatal pérdida de Kevin Presa con el equipo desplegado permitió a Ferrán robar y rubricar la sentencia con una vaselina ante la figura de Edu. El atacante vigués, en una jugada calcada a la del segundo tanto, volvió a marcar, apenas cinco minutos después, tras una meritoria intervención de Edu a tiro de Ivi. Por si los males para el bloque lerezano no fueran suficientes, Nacho López perdió los estribos, siendo expulsado por doble amonestación en el minuto 89. Ante el Unión Adarve, pese a la ausencia del central asturiano, solo vale ganar.
