Un emotivo homenaje con el agradecimiento por tantos años de amor al granate para Charles fue el punto de partido del derbi de la última jornada en Pasarón. Los jugadores de Pontevedra y Deportivo hicieron el pasillo a la leyenda del club lerezano, que disputó en la que es su casa su último partido oficial. El brasileño portó el brazalete de capitán en su despedida del fútbol profesional.

Lo hizo en un partido que el Pontevedra encaró sin complejos, sin nada que perder también, y en un campo en el que los aficionados blanquiazules se hicieron notar desde el principio en Fondo Sur. La abrumadora presencia de los seguidores herculinos no incomodó a un Pontevedra que buscó la portería defendida por Mackay en los primeros minutos con internadas de Álex González y jugadas a balón parado.
Pero el primer disparo del partido fue para el Deportivo, con un buen tiro de Yeremay que se consolidó como la principal pieza ofensiva de los herculinos en el primer tiempo de juego. Con dificultades para percutir en las áreas, ambos conjuntos rebajaron el ritmo de juego. Los pupilos de Rubén de la Barrera buscaron obrar más desde la zaga y no apostar solo por las transiciones rápidas.
Superados los diez minutos de juego llegó la más clara del primer tiempo para el Pontevedra. Álex González colgó un buen centro que Charles remató justo delante de Mackay, pero el esférico se fue por encima de la portería. Se hizo con el dominio el Deportivo, que impuso entonces un ritmo más calmado para aprovechar su velocidad en los metros finales y tratar de batir a un Pontevedra que no hizo concesiones defensivas.
El encuentro ganó equilibrio y la seriedad y dureza en ataque metió a los granates en una pelea de poca intensidad en la que ambos conjuntos consiguieron neutralizarse. Superado el 20 de juego, de nuevo Álex González se llevó el balón para encarar al portero herculino pero Rubén Díez le barrió el balón en una arriesgada acción en el área. El propio Díez se llevó el esférico al campo granate pocos minutos después para dejársela a Lucas Pérez, que a su vez cedió el balón a Yeremay y este dirigió un disparo bien cubierto por Derik, que despejó el peligro.
Con dificultades para percutir ambos equipos, el Dépor apostó por la banda derecha con un Mella cuyas buenas ocasiones supo frustrar Churre. No desistió un Pontevedra que también tuvo buenas ocasiones de mano de Álex González, que incluso intentó sorprender a los blanquiazules por la banda derecha. Buscó la réplica el Deportivo con la que fue su ocasión más clara en un potente disparo desde fuera del área de Mella, que estrelló el esférico contra el palo. A raíz de ahí, el partido se estancó en los últimos minutos del primer tiempo.
Adiós a una leyenda
Mismo ritmo y misma garra, pero mejor resultado en la segunda mitad para un Pontevedra que consiguió adelantarse en el marcador pasados nada más tres minutos del inicio. Brais Abelenda no dio opciones a la escuadra blanquiazul y se llevó el esférico por la banda derecha para propinar un disparo imparable para Mackay. El del Val do Dubra controló y disparó para colocar el esférico por toda la escuadra. Décimo gol de la temporada para Brais Abelenda, pichichi del conjunto granate.
Volvió a estancarse el ritmo del partido con un Deportivo que buscó darle calma al juego para tratar de dar la vuelta al marcador. Introdujo los primeros cambios en el equipo Rubén de la Barrera para dar entrada a Lebedenko, Bergantiños y Quiles. Precisamente el onubense le dejó un balón con mucho peligro a Yeremay que se fue más allá de la portería granate. Volvió a tenerla en sus botas a los pocos minutos Lucas Pérez, pero el balón cedido por Bergantiños se fue largo para el delantero, que llegaba solo en un mano a mano con Cacharrón. Siguió apretando el Deportivo, que con los cambios ganó talento y frescura en la línea de ataque y puso en apuros al Pontevera.
La más clara fue para un Quiles que recibió solo en el área y cuyo disparo se fue directamente al palo izquierdo de la portería granate para enviar después el balón al rebote por encima de la portería. Los cambios se hicieron notar en un Deportivo que puso contra las cuerdas al Pontevedra. Los granates consiguieron aplacar durante unos minutos las jugadas de peligro blanquiazul y ganar algo más de balón para tratar de poner equilibrio al duelo. Pero un disparo de Brais Abelenda que atrapó directamente Mackay fue el máximo peligro que consiguió generar el Pontevedra, que optó por hacerse firme en defensa para no conceder.
Alcanzado el minuto 70 llegó el momento más especial del partido. Juan Señor decidió retirar a Charles para que recibiera su último homenaje como futbolista en un partido oficial. Todos los compañeros del brasileño no dudaron en acudir a la banda para hacerle un pasillo que recorrió visiblemente emocionado y agradecido a todos los granates, besando el escudo y quitándose, por última vez, el brazalete de capitán, que regresó a Álex González.
Imprimió ritmo al partido el Deportivo, que veía cómo se le iban los puntos en Pasarón, lo que provocó una mayor respuesta defensiva del Pontevedra y peligrosas faltas al borde del área granate. Pero los granates, aún sin ser dominadores del partido, supieron aprovechar sus oportunidades y sacar a relucir las virtudes para no dar alas al Deportivo.
Los herculinos hicieron notar su calidad en ataque y tuvo que salir Cacharrón para evitar el empate. El portero lucense sacó una mano providencial a diez minutos del final para detener un gran disparo de Yeremay. Estuvo atento también Churre al rechace para mandar fuera el balón y evitar el peligro.
Pero todo el trabajo se le escapó al Pontevedra en el último minuto de partido. Cacharrón salió a despejar mal un balón corriendo mucho riesgo, pero el esférico cayó en los pies de Lucas Pérez que no dudó en disparar a una portería vacía y Churre, tirándose al verde, despejó con la mano para evitar el gol. Una acción que supuso la tarjeta roja directa para el central granate, que se marchó expulsado del terreno de juego.
Y desde los once metros no falló un Quiles que aclamado por sus aficionados puso el esférico dentro de la portería de Cacharrón para firmar el empate. Una alegría que duró poco para el Deportivo. Y es que apenas unos minutos después, el onubense abandonó el terreno de juego lesionado -en el primer partido que jugó tras su paso por el quirófano-, en una mala jugada con Miguel Román en la que se disputan el balón y un mal resbalón provoca la lesión de Quiles.
Jarro de agua fría para el Deportivo y últimos minutos de esperanza para un Pontevedra que dispuso de seis minutos adicionales para llevarse los tres puntos. Un duelo que terminó en diez contra diez, por la lesión de Quiles y la expulsión de Churre. Pero ninguno de los dos conjuntos consiguió llevarse finalmente la ventaja en el marcador, pese a los constantes intentos de un Deportivo que llegó con peligro al área local pero no consiguió materializar sus ocasiones.
Así, granates y blanquiazules despidieron el duelo con un agridulce empate que no premió el duro trabajo del Pontevedra, pero que permitió a los lerezanos despedir la temporada con una buena imagen ante su afición y con un sentido homenaje a una leyenda, Charles. El Pontevedra despide su experiencia en Primera Federación como décimo noveno clasificado, con 36 puntos.
1.- Deportivo: Mackay; Trilli, Pepe, Jaime, Carnero (Lebedenko, m.54); Yeremay, Olabe (Bergantiños, m.54), Isi Gómez (Villares, m.69); Mella (Quiles, m.54), Rubén D. (Svensson, m.74); Lucas Pérez.
Árbitro: Ruiz Álvarez. Amonestó con tarjeta amarilla por el Pontevedra a Miguel Román (m.40) y a Churre (m.73); y por el Deportivo a Olabe (m.51) y a Yeremay (m.97). Mostró tarjeta roja directa a Churre en el minuto 90.
Goles: 1-0, Brais Abelenda (m.48); 1-1, Quiles de penalti (m.91).
Incidencias: Trigésimo octava jornada de competición en Primera Federación, Grupo 1. Partido disputado en Pasarón ante alrededor de 6.300 espectadores, con una gran afluencia de seguidores del Deportivo.