El Pontevedra enseña pólvora ante el Celta B

El Pontevedra sigue creciendo. Y tiene pólvora. En su segundo amistoso de pretemporada –tras la suspensión del duelo ante el Compos previsto para el pasado miércoles–, el conjunto de la Boa Vila mantuvo un pleno de victorias gracias, en parte, a su poderío ofensivo. Charles y Rufo jugaron por primera vez juntos y desde el inicio para conformar una delantera que, en su prólogo, ya empieza a demostrar que puede entenderse muy bien. Este sábado ante el Celta B, los dos delanteros desequilibraron un partido en el que el PCF mezcló muchos aciertos a nivel colectivo e individual con algún error subsanable atrás.

En su segundo duelo amigable, una semana después de su estreno también en Vigo pero ante el Coruxo, el Pontevedra empezó a dar visos del equipo que quiere ser: sólido y solidario sin balón y mortífero desde la velocidad tras recuperar la pelota. Y eso que el choque comenzó torcido. Tras un mal despeje y un peor repliegue, el filial céltico logró profundizar por una banda hasta línea de fondo. En esa situación, Íker Losada llegó solo al corazón del área y definió ante Mario.

Sin embargo, pronto se repuso el Pontevedra. Tras una buena circulación granate, Óscar Fernández recibió en la banda derecha y colocó el balón cerca de las inmediaciones de Álvaro. Por allí apareció Charles Dias, imponente, para cabecear y volver a marcar vestido de granate más de diez años después y sin el calor de la gente con el que hubiese soñado.

El PCF igualaba el envite y en una contra, lo puso a su favor. Tras una recuperación, Óscar Fernández recibió a la carrera un cambio de orientación. El cántabro, de primeras, volvió a servir otro envío a domicilio que Rufo, como Pedro por su casa, hizo todavía mejor. Esta vez con el pie, el viejo rockero granate terminó por darle la sintonía definitiva que el Pontevedra quería al choque.

Pero el concierto no acabó tras el descanso. Y es que en una falta desde el sector izquierdo, Borja Martínez colocó nuevamente peligroso de gol. Una vez más, Rufo demostró que el área es su coto de caza y se elevó al cielo de Vigo para colocar el 1-3 al poco de comenzar el segundo tiempo.

Luego llegó un penalti detenido por Álvaro Cortés, uno de los siete cambios tras el descanso. No pudo hacer nada el meta madrileño en una nueva pena máxima concedida por Aitor Núñez que Alfon transformó para hacer la derrota más honrosa ante un Pontevedra que progresa adecuadamente.