Pontevedra despide a Cholo

Exjugadores, exentrenadores y dirigentes del Pontevedra estuvieron presentes en un acto religioso que comenzó con el himno del club granate

El funeral tuvo lugar en la Real Basílica de Santa María. DAVID FREIRE
photo_camera El funeral tuvo lugar en la Real Basílica de Santa María. DAVID FREIRE

Pontevedra despidió a Eduardo Dapena Lis Cholo en una multitudinaria ceremonia religiosa celebrada este lunes en la Real Basílica de Santa María, en la que se dieron cita mitos del Pontevedra CF para despedir a su eterno capitán, que falleció el pasado 27 de marzo a los 88 años de edad.

En el acto religioso estuvieron jugadores de diferentes épocas, entre los que destacaron varios de sus excompañeros como Eduardo Calleja, Ignacio Martín Esperanza, los hermanos Roldán o José Jorge, que fueron parte del mítico Hai que roelo. A esos jugadores a los que Cholo siempre consideró como hermanos, no en vano en la mayoría de las entrevistas que coincidía siempre destacaba el carácter familiar de aquel equipo, un aspecto que también alabó el cura oficiante durante su homilía.

Fernando Castro Santos, Luis Rivas o Tuto fueron la representación de los equipos de los años setenta del siglo pasado, así como Milucho o Churruca de los de los años ochenta.

La representación del actual Pontevedra estuvo encabezada por la presidenta, Lupe Murillo, que estuvo acompañada por Roberto Feáns, así como el director deportivo, el director general y varios jugadores.

En la ceremonia religiosa el amor al Pontevedra estuvo permanentemente presente. Antes de que comenzara la misa el consejero granate Luis Durán se dirigió a los presentes para mostrar el agradecimiento del club a la figura de su capitán.

Destacó el corazón de la leyenda granate, a la que calificó como un ejemplo para todos, y recordó que siempre ha sido y "seguirá siendo un referente para todos los que queremos al Pontevedra". De fondo de sus palabras se pudo escuchar el himno del club.

En su homilía el sacerdote oficiante recordó el titular de Diario de Pontevedra en el que decía que el capitán ya estaba en el cielo.

El sacerdote apeló al concepto de familia de aquellos tiempos, a la felicidad que transmitió el Hai que roelo e incluso recordó los tiempos en los que Cholo compaginaba el fútbol con su trabajo de conductor de trolebuses. Mostró su convencimiento de que en el cielo habrá un lugar preferente para él.

Antes de concluir la ceremonia la familia de Cholo –cuyas cenizas presidieron el acto–, a través de su nieto, agradeció las muestras de cariño, especialmente las del Pontevedra.

La muerte del exjugador granate causó un amplio pesar en la sociedad deportiva gallega y en la ciudad de Pontevedra debido a su histórica trayectoria.

En los últimos años había desaparecido del foco mediático debido a problemas de salud. En 2008 se le detectó un cáncer que superó y a partir de su nombramiento como presidente de honor del Pontevedra comenzó a ser un asiduo del palco de Pasarón, al que acudía acompañado de otro mito granate, Rafael Ceresuela.

Granate desde la infancia, aunque antes de jugar en el Pontevedra lo hizo en el Arosa. El fichaje por el club granate se produjo en 1958 cuando el equipo militaba en Tercera División y nadie se imaginaba lo que vendría después. Su debut con la elástica granate fue en el viejo estadio de Pasarón el 21 de septiembre de 1958 en un partido en el que el Pontevedra goleó por 4-0 al Viveiro.

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