1-2. El Pontevedra sigue de rebajas

Los granates cometieron errores grotescos que le impidieron sumar al menos un punto
Un momento del partido. DAVID FREIRE
photo_camera Un momento del partido. DAVID FREIRE

El Pontevedra sigue de rebajas. El conjunto granate dejó escapar vivo de Pasarón a un Leganés B limitado, que se llevó la victoria simplemente gracias a aprovechar los grotescos errores del equipo local, que regaló dos goles y entre medias una tonta expulsión y sigue sin saber lo que es ganar.

Comenzó el Pontevedra como acostumbra en este inicio de temporada: cocinando bien las jugadas, pero errando en el momento preciso de meterla en la cazuela. Casi sin tiempo para que el respetable se asentase en Pasarón, el equipo local trazó una gran triangulación por la derecha que puso en ventaja a Oier Calvillo. A la carrera, el vasco encontró el desmarque alejándose de portería de Brais, que la embocó con toda el tiempo y espacio del mundo. Pero quiso ajustar tanto el coruñés que su remate, más franco imposible, se fue al rozando el palo.

Tras la pintiparada ocasión en el minuto 2, el duelo se tranquilizó. El Leganés B empezó a encontrar la forma de frenar las ofensivas a un PCF que no jugaba con soltura, pero tampoco sufría. Hasta que en un balón parado frontal, la escuadra pontevedresa concedió el enésimo regalo del corto curso: balón colgado al segundo palo, devolución hacia el primero y gol de Alba llegando solo desde atrás.

Dos toques del enemigo casi en el área pequeña igual a gol.

Le quedaban casi 25 minutos de esperanza al PCF, que lo intentó con más corazón y ganas que fútbol y cabeza

El tanto descolocó por completo al PCF, que entró en estado de KO, ayudado por una deplorable actuación arbitral. Y Álex combustionó. El capitán vio una amarilla y en la siguiente acción golpeó sin balón a un rival. Segunda tarjeta y a la caseta a la media hora. El Pontevedra se complicaba la vida todavía más. Con uno menos, el marcador en contra y prisas por lograr la primera victoria. Y pudo ser peor de no estar atinado Cortés. El meta le negó el gol a Diego, como antes, tras el 0-1 le hizo a Mario.

El PCF estaba grogui al descanso y Ángel Rodríguez trató de agitar el árbol con la entrada de Rufo y Yelko Pino. Y una vez más, sin tiempo para comprobar si los revulsivos eran tal, el Leganés pilló nuevamente en los laureles a la zaga granate. Como en el maldito minuto 92 de Móstoles, un pelotazo sin aparente peligro terminó con Diego ante Álvaro y el 0-2 a los 50 minutos.

El conjunto granate estaba en la lona. Y tan solo una indecisión de la zaga visitante le dio vida. Ya abonado al juego directo como único recurso, el cuadro granate empezó a rondar el área de Victores. Y en un balón desde la izquierda mal despejado, Rufo cazó el rechace y anotó el 1-2.

Le quedaban casi 25 minutos de esperanza al PCF, que lo intentó con más corazón y ganas que fútbol y cabeza. Ya no estaban los cuerpos para pensar demasiado, pero Alberto Rubio y Yelko pudieron poner el empate. Primero Victores y luego un mal chut le negaron al conjunto granate al menos un punto y le condenaron a una derrota más que evitable.

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