Nacho López lleva media vida jugando en Segunda B, muchos años defendiendo colores de clubes importantes, demasiados como para ignorar la receta del éxito.
"Hay que tener las ideas claras, ser firmes defensivamente y marcar las ocasiones que generemos. Con esos ingredientes, estás arriba, seguro. Por mi experiencia, puedo asegurar que funciona".
El ovetense comenzó el pasado sábado su tercera temporada con la camiseta granate. Lo hizo celebrando el triunfo del Pontevedra contra el Coruxo. Su equipo se mostró firme en defensa, lo que fue clave para evitar daños en la línea de flotación. Luismi dejó entrever algunos detalles de su propuesta en este comienzo de liga, que será diferente a la del curso anterior. "Parece que no vamos a incurrir en tantos riesgos en la salida del balón y vamos a ser más prácticos, sobre todo en este inicio de temporada", describe el zaguero asturiano.
De momento, "es fundamental saber a lo que jugamos y no tener ningún tipo de dudas. Cuando dispongamos de la confianza suficiente para 'dibujar', seguro que tendremos tiempo para ello, ya que contamos con jugadores de calidad, sobre todo arriba".
Nacho realiza autocrítica sobre el duelo inicial del curso. No obvia que el trabajo defensivo del colectivo fue excelente y que el primer tiempo fue más que aseado, pero tampoco que "en la segunda mitad nos metieron atrás y no supimos tener calma con el balón cuando lo recuperábamos. No quiero restar mérito al equipo, que hizo un esfuerzo enorme, pero con 2-0 no supimos montar bien las contras. Había espacio para poder sorprender, pero quizás por el bajón físico o por precipitación, no estuvimos tan bien como podríamos".
Al margen de ese aspecto, las sensaciones fueron moderadamente positivas y el resultado, notable. El Pontevedra llevaba más de diez años sin comenzar una liga de Segunda B con triunfo. "El Coruxo, jugador por jugador, tiene un señor equipo. Todo el mundo habría firmado el resultado y las sensaciones que hemos tenido. Lo del liderato, ni lo comento, porque a estas alturas me parece una 'chorrada'", aclara, con la enorme naturalidad que lo caracteriza.
Y es que el cuadro de Pasarón tiene mucho trayecto que recorrer. Segunda B es un maratón, no un esprint. "El club nos ha marcado un objetivo muy ambicioso. Llevo tiempo en Segunda B y sé que hay que ir con mucha calma, haciendo las cosas muy bien y, sobre todo, con las ideas claras y mucho respeto a todo el mundo. Es una categoría muy exigente, en la que una gran cantidad de rivales está pensando en disputar el play-off o en ascender".
La unión del vestuario y la fortuna también son elementos exigibles en el camino hacia la promoción. "Con todo eso, es posible alcanzar metas grandes".
Lo que a Nacho le importa un poco menos es el grupo en el que actúe su equipo. "Me parecen todos complicados. Éste tiene el inconveniente de los viajes, pero jugar en campos de Baleares o en Melilla, en los que no he estado nunca, me motiva. Es una oportunidad para conocer otros clubes y jugadores de otras zonas".
