El Pontevedra sigue sin aprobar su asignatura pendiente, la de visitante. El equipo granate solo ha ganado un partido a domicilio en lo que va de temporada. Es el segundo peor conjunto lejos de su terreno de juego del grupo I. Solo el Valladolid B tiene peores registros a domicilio que el cuadro ahora dirigido por Luismi.
El once de la ciudad del Lérez ha puntuado en tres enfrentamientos fuera de sus dominios, en la victoria contra el Racing de Ferrol, hace una vuelta exacta, y en dos empates fuera de casa, contra el Unión Adarve y el Guijuelo.
La dinámica del Pontevedra como visitante no es una novedad de la actual temporada. Al contrario, el once granate se ha mostrado bastante irregular lejos de su feudo desde que regresó a Segunda División B en 2015. Desde entonces, los desplazamientos no se le han dado bien.
En la primera campaña en la categoría de bronce, tras el ascenso desde Tercera División, el Pontevedra obtuvo unos números a domicilio coherentes con su clasificación (fue noveno en la liga). Consiguió seis triunfos y seis empates, para un total de 24 puntos que le ayudaron a soñar con el play-off. El PCF ganó en Santander, Aranda de Duero, Tafalla, Valladolid, Guijuelo y Coruxo.
En el curso 2016-17 comenzaron los auténticos problemas de los pontevedreses en los viajes. En esa temporada solo obtuvieron tres triunfos lejos de casa: contra el Tudelano, la Arandina y el Lealtad.
En la actual, solo ha sido capaz de hacerlo en Ferrol. Necesitará de una reacción si quiere ampliar sus opciones de permanencia.
